El pasado 28 de enero en el estado de Minas Gerais, una de las represas del grupo minero Vale, ubicada en una mina de hierro en Brumadinho, municipio de Minas Gervais, se rompió causando una avalancha con residuos mineros y sepultando a muchas personas, incluso las instalaciones de la propia empresa y viviendas en áreas rurales.
Hasta el momento, el número de muertos después de esta catástrofe se incrementó a 99. Las autoridades continúan búsquedas para localizar a los 259 desaparecidos, pues ya han pasado 7 días después de lo que ha sido considerado, por muchos expertos, como una de las tragedias ambientales más grandes en Brasil.
Pedro Aihara, teniente del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais informó que ha determinado 18 puntos de búsqueda tras el trayecto de los residuos, y “no hay ningún punto del área que no cuente con un equipo de búsqueda y rescate”, explica.
Finalmente, la compañía minera anunció que acabará con todas las represas de su compañía que posean un sistema de diques similar al de la mina de Brumadinho a fin de “evitar nuevas tragedias” en el futuro.