Las cirugías plásticas se iniciaron con fines reconstructivos para sustentar el autoestima de personas con labio-leporino y paladar hendido. Pero la ciencia se fue ampliando hacia otros campos hasta llegar al extremo de las vanidades que, en muchos casos ha conducido a la muerte.
Una consecuencia del mundo consumista que induce a alcanzar un paradigma de belleza que dan las revistas con modelos en apariencia perfectas, pero que en realidad, son imágenes ficticias. Y, triste es, muchas personas caen en el imaginario de la perfección y la eterna juventud, totalmente irreales. En especial mujeres, pero también hombres.
Sobre este tema el programa Rompecabezas, del Cinep y el Programa por la Paz, analizaron el tema con invitados conocedores de la evolución de la cirugía estética y, en paralelo, conocen cómo ha evolucionado con la sociedad.
Médicos y especialistas que observan las distintas caras de la moneda: una de ellas, la que ofrece la posibilidad de cualificar defectos como el mencionado de labio leporino y otras expresiones que no encajan en los marcos de aceptación cotidiana. Pero, hasta el otro extremo, motivado por personas que sueñan con cumplir las normas de belleza que impone la moda y el consumo. En esta carrera hacia el consumo también se encuentran los “médicos y cirujanos” con grados falsos que engatusan a quienes no tienen el dinero suficiente y su imaginario supera la cuenta bancaria. Un imaginario que deja muchas víctimas entre personas del común.
Para dialogar sobre el tema y exponer sus opiniones desde distintas ópticas y experticias, Rompecabezas invitó al médico cirujano Carlos González Legarda; Andrés Rivera, psicólogo clínico; Carol Andrea Bernal, máster en salud pública. Cada uno desde su especialidad observa la situación, las motivaciones y los efectos finales tras las cirugías plásticas.
Al lado, la situación jurídica que rodea las decisiones de personas muy jóvenes, o demasiado mayores. Un interesante espacio que invita a la reflexión.