Este diciembre será un mes de transición entre la segunda temporada de lluvias y la primera temporada seca o de menos tormentas en la región del Caribe, gran parte del área Andina e incluso de la Orinoquía.
Posiblemente serán afectados por este cambio climático los sectores agropecuarios, ganaderos, salud, energía eléctrica, agua potable, además de ecosistemas forestales e hídricos entre otros. La posibilidad de incendios en montañas y valles serán más recurrentes considerando las altas temperaturas que se pudieran presentar. Se debe considerar además el daño en las carreteras por desplazamientos de tierra, los bajos niveles de los ríos, con la consecuente pérdida de humedad en sus suelos y su agrietamiento.
Para prevenir el aumento de enfermedades, se recomienda ventilar los ambientes, lavarse las manos con frecuencia, usar protector solar por los efectos de radiación directa, y tener precaución en la compra y consumo de alimentos y especialmente del agua potable ante una posible reducción de los embalses.
Le puede interesar: Las mujeres en Colombia, van cambiando el rumbo del país.
“Se recomienda a los agricultores, especialmente los ubicados en las zonas bajas de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, en las planicies del Caribe y algunas zonas de sabana y altillanura en la Orinoquía, tener en cuenta la reducción en la oferta hídrica, las temperaturas altas del aire, el bajo contenido de humedad en el suelo y en la cobertura vegetal, además el descenso en los niveles de los ríos” declaró el Ideam.
Así mismo recomienda a la población en general, hacer un uso racional del agua y la energía eléctrica, tomar las medidas necesarias para prevenir la ocurrencia de incendios especialmente en los Parques Nacionales Naturales del país.
La comunidad debe aprovechar esta temporada para limpiar los tanques de los acueductos veredales y municipales para recoger agua en caso de sequía extrema.
Es necesario evitar enfermedades propias de estos tiempos de sequía, que afectan de manera especial a los niños y los adultos mayores, al no tener en cuenta la precauciones necesarias al almacenar el agua en las casas de habitación y así evitar los vectores que transmiten el dengue, zika y chikungunya.