Por: Simón Dumett
Hoy nos acompañó en El Puente el filósofo colombiano Diego Antonio Pineda, docente de la Pontificia Universidad Javeriana hablando sobre la importancia de narrar y contar en filosofía. Destaca que para propiciar un proceso significativo de escritura filosófica es relevante hacerlo desde el lugar de aquel que “no sabe”, es decir, escribir filosóficamente implica poner en juego los miedos y los riesgos que tenemos como seres humanos, saliendo de nuestra zona de confort, desde el lugar donde se puede aprender.
Pineda advierte la tremenda dificultad que se tiene por parte de los “filósofos profesionales” para escribir historias y cuentos. Expresiones como “yo sé explicar”, “yo sé analizar conceptos” y “a mi no me pongan a narrar” limitan la práctica del ejercicio filosófico. “Somos muy hábiles para elaborar otro tipo de discurso, somos especialistas en citar, en analizar un concepto, en elaborar largas explicaciones, pero cuando nos dicen que contemos una historia, escribamos un cuento, entramos en pánico” agregó Pineda.
En su intervención Pineda plantea que la tradición filosófica ha sido profundamente narrativa desde tiempos de Platón y otros grandes filósofos de la historia. Hay que trascender del maestro explicador para pasar al maestro narrador. En este sentido “la filosofía no es la exposición de una doctrina” sino “una palabra contada que puede ser narrada de modos distintos”. Por eso la escritura filosófica no se puede reducir al libro clásico que expone una doctrina, hay que comprender la filosofía como un ejercicio. Así, narrar en filosofía implica hacer de ésta una práctica de invención, que toma como punto de partida otro tipo de relatos que permiten comprender la filosofía como un acto creador.