¿Seguro que conoce su lengua?

El apóstol Santiago escribió una sola Epístola y la dedicó a la lengua: dice, entre otras cosas que es un fuego: “es un mundo de maldad puesto en nuestros miembros, que contamina todo el cuerpo, y encendida por el mismo infierno, hace arder todo el ciclo de la vida humana”.