La música y la danza en la Comunidad Multicultural de Ceima Cachivera están asociadas a un instrumento de viento llamado carrizo, que acompaña y dinamiza las celebraciones. Está formado por conjuntos de flautas, compuestas por siete (7) tubos de diferentes tamaños, ordenados de mayor a menor. Para el baile del carrizo se usa un traje especial que se fabrica con fibras vegetales, los hombres usan una corona de plumas coloridas, y collares de distintas semillas, tanto hombres como mujeres pintan su rostro con tintes naturales.

La danza del carrizo es una de las expresiones culturales más significativas para los pueblos indígenas del Vaupés, especialmente para comunidades como los Cubeo, Tucano y Desana. Se toca en grupo, con un capitán que tiene un carrizo distinto que guía, y otros carrizos contestadores. Cada conjunto puede tener entre 6 y 12 carrizos. Las melodías varían según el grupo étnico y el propósito del ritual. El sabedor o abuelo orienta el propósito de la danza, y los demás integrantes lo siguen. Van vestidos con faldones hechos con fibras naturales. El cuerpo se adorna con pinturas corporales que representan símbolos de protección o pertenencia, y también se usan collares, pulseras y coronas elaboradas con semillas, plumas y chaquiras.