Las artes tienen la virtud de desarrollar las capacidades humanas, que muchas veces están allí latentes, esperando el momento para salir a flote y permitirnos expresarnos de las formas más humanas e interesantes a través de nuestros talentos. Son muchas las historias de artistas que nacieron en las situaciones más desfavorables de la vida, pero la mano, el aliento y la compañía de una maestro, les permitió llegar a figurar en el estrellato de las artes.
Dos maestros en artes plásticas, una de ellos, Sonia Gûiza, egresada de Uniminuto y de la escuela de Arte de la Universidad Distrital y su socio Mauricio Méndez, egresado de la UN de Colombia, se han comprometido para hacer del arte en el municipio de Bojacá, un medio para cultivar talentos, generar espacios lúdicos donde pueden participar los pobladores de esta zona de la Sabana de Bogotá y hacer del arte un motivo de encuentro, construcción de comunidad y vida cultural.
Un tributo a los profesores que saben que su labor cambia vidas, abre puertas y ventanas al conocimiento, a la construcción de un ser humano creativo, crítico y socialmente responsable.
