En esta segunda parte de Nocturnos, entramos en el terreno más desafiante: cómo poner límites en la vida real sin cargarnos de culpa. Decir “no” suena fácil, pero en la práctica despierta dudas, incomodidades y miedos profundamente arraigados. ¿Qué pensarán? ¿Estoy siendo egoísta? ¿Y si se alejan?
Conversamos sobre las emociones que aparecen cuando empezamos a priorizarnos, así como las presiones sociales y culturales que dificultan el proceso, tanto en mujeres como en hombres. Porque poner límites no es solo una decisión individual, también es un acto que incomoda a quienes estaban acostumbrados a que siempre dijéramos que sí.
Con ejemplos reales, datos y reflexiones personales, este episodio propone ver los límites no como muros, sino como puentes hacia relaciones más sanas, honestas y equilibradas. Aprender a poner límites no nos aleja de los demás, nos acerca más a quienes realmente nos respetan.