Camilo descubrió su pasión por la comunicación y su deseo de hacer de este mundo un lugar más inclusivo y digno.
Fue en el colegio donde Camilo se cruzó con su compañero y amigo, Camilo Argüello. Juntos, compartieron el anhelo de convertirse en comunicadores y comenzaron a involucrarse en proyectos de prensa escolar. Con determinación, arrastraban los bafles por los corredores y creaban su propio periódico mural, transmitiendo así sus ideas y voces a toda la comunidad estudiantil.
“El mediar con la comunicación es permitirles hablar a todos para que todos hagan parte de la solución.”
Camilo González Hermosa
Pero el destino tenía preparado un nuevo desafío para Camilo. Un proyecto llamado “Prensa Escuela del Tiempo” les brindó la oportunidad de conocer a periodistas de medios escolares y adentrarse en el mundo de la comunicación durante su etapa de bachillerato. Emocionados, se sumergieron en entrevistas y ruedas de prensa, descubriendo la importancia de la comunicación en la sociedad.
Con la valentía de explorar nuevos horizontes, los dos Camilos decidieron dar un paso más y se aventuraron en la Universidad. Sin embargo, el nivel económico familiar planteaba un obstáculo que no pasó desapercibido para ellos. A pesar de las dificultades, eligieron ingresar a la UNIMINUTO, atraídos por un proyecto social que demostraba un compromiso comunitario que los inspiraba profundamente.
La Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO les ofreció una visión diferente de la comunicación. Allí, comprendieron que la dignidad y el acceso a la comunicación eran derechos universales. Recordaron las palabras de su profesora de prensa escolar, quien les enseñó que la comunicación no solo debía permitir hablar a todos, sino también ser un medio para encontrar soluciones y promover la participación de todos.
La semilla del compromiso con la dignidad comunicativa se arraigó en el corazón de Camilo mientras avanzaba en su carrera universitaria. UNIMINUTO le brindó la oportunidad de cursar una especialización en educación comunicativa, donde conoció a la inspiradora Martha Bernal, (Q.E.P.D) profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Esta experiencia fortaleció su convicción de que la comunicación debía ser un instrumento para dignificar a las personas y darles voz.
A pesar de las dificultades económicas que enfrentó, Camilo no se rindió. Con el apoyo de su madre, logró completar su especialización, encontrando un equilibrio entre lo académico y su pasión por el trabajo comunitario. Este encuentro entre la teoría y la práctica educativa le permitió vislumbrar el poder transformador de la comunicación en el ámbito educativo y social.
Hoy, Camilo es un ejemplo vivo de perseverancia y compromiso. Su historia nos recuerda que la comunicación es un camino hacia la dignidad y la inclusión, y que la calidad en este campo nunca cesa de mejorar. En palabras de Camilo, “la calidad es un camino interminable que nos invita siempre a la mejora continua”. Su experiencia nos invita a explorar más historias de transformación en UNIMINUTO y a ser parte de esta travesía que busca dignificar a través de la comunicación.