No necesariamente es dinero, o estudios de alto nivel, ni si quiera ser muy talentoso, el secreto es tener inteligencia emocional. El conocer mis emociones, como las enfrento y las pongo a mi favor, para ser socialmente adaptado, dinámico, flexible y dueño de si. Lo que en otros tiempos denominábamos como don de gentes.
En “El Último Café”, conversamos con los psicólogos Angie Daniela Gonzalez y Juan Carlos Rodriguez, de Bienestar Universitario.