Cada investigador hizo una selección musical de los temas que podían acompañar el respectivo capítulo, de acuerdo a las narrativas y procesos artísticos que acompañó el movimiento estudiantil de cada país, esto género una variedad muy grande de géneros musicales y artistas, lo que no permitía que se escogiera un género específico, por consiguiente, se realizó un taller creativo en el que participaron un grupo de investigadores y se definió como debía sonar hoy el movimiento estudiantil, pero que mantuviera algunos elementos de los géneros más representativos, así, a través de un amplio trabajo colectivo y profesional, en cabeza del maestro de música Oscar Contreras, surgió este tema.
FICHA TÉCNICA | |
Serie: | En marcha, historia de los movimientos estudiantiles |
Diseño serie: | Daniela Coronado y Yolima Cruz |
Letra: | Verónica Ordóñez, Sebastián Zúñiga, Mónica Calvo y Óscar Contreras |
Grabación: | Xtravaganzzastudio |
Voz: | Sebastián Zúñiga |
Mezcla: | Oscar Contreras |
Edición: | Oscar Contreras |
Mastering: | Eduardo García |
Dirección: | Fernando Gutiérrez |
Producción: | Semillero El Vuelo Del Colibrí |
Duración: | 2:44 |
Fecha: | Diciembre de 2020 |

En marcha, historia de los movimientos estudiantiles “Un recorrido por la historia de los movimientos estudiantiles más importantes de occidente, desde Córdoba en 1918, pasando por mayo del 68, hasta llegar al 2018, cuando se celebraron los 100 y 50 años de aniversario respectivamente. ¿Cuáles fueron estos movimientos y sus mediadores? ¿Cuáles fueron las acciones colectivas que adelantaron, sus simbolismos y narrativas? ¿Contra qué luchaban y cuáles fueron sus reivindicaciones? Estas son alguna de las preguntas que se intentan resolver en esta serie documental radiofónica y sonora. La conducción de la serie se hace a través de dos personajes de ficción: María Cano, una joven estudiante que realiza su tesis sobre los movimientos estudiantiles, apoyada por Uriel Gutiérrez, su asesor a veces cascarrabias. Estos personajes rinden homenaje a la primera defensora de los derechos de la mujer, y los trabajadores, y a uno de los estudiantes asesinados en 1954 por el gobierno de Rojas Pinilla, que se convirtió en el símbolo de los estudiantes caídos