Los conjuntos de vivienda urbana se están llenando de mascotas, con los problemas consecuentes de tener animales que no son para retener en apartamentos pequeños, que no se consideran las características de temperamento y trabajo de los canes, y muchas otras realidades que solo generan sufrimiento, incomodidad y sostienen negocios muchas veces no tan claros alrededor de estas criaturas.
Conversamos con Andrea Millan Hincapie que hace parte del Instituto de Protección y Bienestar Animal.