Nuestras frustraciones y el estilo de vida individualista que promueve esta sociedad, hace que las mascotas en muchísimos casos se vuelvan hijos, bebés, compañeros, todo menos animales. Son variadas las voces que proliferan manifestando las bondades de los animales, pero al igual las que demuestran el maltrato que se hace a estas criaturas y el daño emocional de sus tenedores cuando pretendemos convertirlos en seres humanos o su reemplazo.
Conversamos con la Dra. Andrea Millán Hincapie que hace parte del Instituto de Protección y Bienestar Animal, en El Último Café.