Un viaje a una pequeña comunidad católica en un país por tradición religiosa budista, un reconocimiento a la universalidad de la Iglesia y un acercamiento a China y Rusia en tiempos de complejidad diplomática dadas las realidades políticas y económicas de estos dos gigantes, donde Mongolia queda en la mitad.
Una voz de aliento, esperanza y cercanía del papa Francisco a esta congregación fiel al Evangelio de Jesús. Dialogan sobre este viaje Eduardo Peña y Hans Schuster en El Último Café.