El Santo Padre Francisco en la Basílica de San Juan de Letrán el II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia en 2013 destacó la importancia de la misericordia de Dios y su llamado a la Iglesia y a los cristianos a ser testigos de esta misericordia en el mundo. La misericordia de Dios nos llama a ser misericordiosos con los demás, a superar la indiferencia y la incomprensión, y nos da la esperanza de la salvación.
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