Archivo de National Geographic. Esta imagen no es propiedad de UNIMINUTO Radio. Fue tomada con fines académicos para ilustrar el artículo.

Tras la muerte de Sudán, el último rinoceronte blanco del norte macho, solo dos hembras son la única esperanza de la subespecie.

 

El pasado lunes los miembro de la reserva Ol Pejeta Conservary en Kenia, decidieron eutanasiar a Sudán tras complicaciones médicas a sus 45 años de edad, (lo que equivale a 90 años de vida humana), el desgaste muscular, varias heridas en la piel y una herida en una de sus extremidades llevaron a Ol Pejeta a tomar la decisión de despedir a su último macho.

“Su muerte es un símbolo cruel del menosprecio humano por la naturaleza”, afirmó Jan Stejskal, el director de Proyectos Internacionales del Zoológico de Dvůr Králové, en Republica Checa de donde fueron trasladados Sudan y otros tres miembros de su especie en 2009 gracias a la caza furtiva de los 70 y 80 que los llevo a estas instancias de preservación.

Años después del traslado a Kenia, Suni otro macho de la especie murió en 2014, suceso que depositó todos los esfuerzos en Sudán, pero debido a su avanzada edad y luego de varios estudios se descartó el nivel reproductivo del rinoceronte.

Como únicas sobrevivientes de la subespecie quedan Najin y Fatu, hija y nieta de Sudán, convirtiéndose en la última oportunidad para preservar al rinoceronte blanco del norte por medio de procedimientos in vitro para su reproducción.

Con los óvulos de las dos hembras, el material genético de Sudan que se logró recolectar antes de su muerte y donaciones para la realización del método, se espera llevar a cabo un costoso procedimiento que permita preservar la subespecie, es la última oportunidad para el rinoceronte blanco de norte ya que nunca se ha intentado en estos mamíferos.

Escrito por: Alejandra Cubillos Bermúdez