La pandemia de COVID-19 ha provocado cambios significativos en el sistema educativo a nivel mundial. Con escuelas y universidades obligadas a cerrar sus puertas para evitar la propagación del virus, los educadores han tenido que adaptarse rápidamente a nuevas formas de enseñanza y si bien la tecnología ha desempeñado un papel crucial para facilitar el aprendizaje remoto, su importancia en la educación solo ha aumentado con el impacto de la globalización. En la presente nota exploraremos la necesidad de la tecnología educativa y los retos que enfrentan los educadores con esta nueva forma de enseñanza.
Es un hecho que la pandemia ha llevado a un cambio repentino hacia el aprendizaje en línea, por lo que instituciones educativas de todos los niveles se han visto obligadas a adaptarse a esta metodología de estudio. Si bien tiene sus beneficios, como la flexibilidad y la accesibilidad, también tiene sus inconvenientes. Muchos estudiantes luchan con la falta de interacción cara a cara con sus maestros y compañeros, y la falta de acceso a recursos también es un problema. En la era digital en la que vivimos, la tecnología se ha convertido en una herramienta fundamental para la comunicación y la educación, por lo que los docentes deben estar preparados para integrar en sus aulas y utilizar de manera efectiva la tecnología. Sin embargo, esto no es una tarea fácil y conlleva ciertos retos que conoceremos a continuación.
En primer lugar, la tecnología puede ser intimidante para algunos docentes que no tienen experiencia con ella. Es importante que los educadores reciban una formación adecuada para poder utilizarla de manera efectiva y se sientan cómodos al hacerlo. Además, los profesores deben estar al tanto de las últimas tendencias y avances tecnológicos para poder integrarlos en sus clases.
En segundo lugar, la tecnología puede ser costosa y no todas las escuelas tienen los recursos necesarios para adquirirla. Los educadores deben ser creativos y buscar alternativas gratuitas o de bajo costo, por ejemplo, pueden utilizar aplicaciones educativas en línea o solicitar donaciones de equipos electrónicos.
En tercer lugar, estas herramientas pueden distraer a los estudiantes si no se utiliza de manera adecuada. Los docentes deben establecer normas claras para el uso de dispositivos electrónicos en clase y asegurarse de que los estudiantes los utilicen de manera responsable y productiva. Adicional, deben estar preparados para manejar situaciones en las que los estudiantes se distraen o se desvían del tema de la clase debido al uso indebido de la tecnología.
Finalmente, la tecnología puede aumentar la brecha digital entre los estudiantes que tienen acceso a ella en casa y aquellos que no lo tienen, por lo que los profesores deben ser conscientes de esta brecha y buscar maneras de nivelar el campo de juego para todos los estudiantes. Esto puede incluir la creación de proyectos que no requieren el uso de tecnología o la búsqueda de alternativas para aquellos que no tienen acceso a ella en casa.
Por eso en ‘La Voz de la U’ conversamos sobre ‘Desafíos de la docencia en la era digital’ con Carlos Mario Ortega Rojas, Licenciado en Administración Educativa, magíster en Educación, doctorante en Pensamiento Complejo y director de la Maestría en Educación de UNIMINUTO seccional Antioquia – Chocó, quien nos aclaró el compromiso del docente de colegio y las diferencias con el maestro universitario:
Además, cuenta cómo podría ser el futuro de la docencia con la revolución tecnológica que se avecina:
La tecnología es una herramienta importante para la educación y los docentes necesitan estar preparados para integrarla en sus clases. Sin embargo, esto conlleva ciertos retos, como la necesidad de formación, el costo, el manejo adecuado de la tecnología en clase y la brecha digital. Los educadores deben ser conscientes de estos retos y buscar soluciones creativas para superarlos y garantizar que todos los estudiantes tengan la oportunidad de beneficiarse de esta herramienta.