Desde perros leales hasta gatos mimosos, las mascotas se han convertido en un elemento básico en muchos hogares y tiene numerosos beneficios. Sin embargo, tener una mascota es más que una linda adición a la familia; también se convierten en un tema delicado al momento de una separación de pareja.
El Instituto Nacional del Corazón (NIH); un grupo de instituciones del gobierno de Estados Unidos dedicado a la investigación médica ha demostrado que las mascotas proporcionan numerosos beneficios para la salud física y mental. Por un lado, brindan apoyo emocional y pueden reducir el estrés y la ansiedad. Además, han descubierto que acariciar a un perro o un gato puede reducir la presión arterial y liberar hormonas para sentirse bien, como la serotonina y la oxitocina. Adicionalmente, tener una mascota fomenta la actividad física, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad y las enfermedades del corazón. Sacar a pasear a un perro o jugar con un gato puede ser una forma divertida de hacer ejercicio y mejorar la salud en general.
En los niños juega un rol aún más importante porque contribuye en el desarrollo educativo y social; los obliga a asumir responsabilidades y a aprender valores como el respeto por los demás, aumenta su autoestima y mejora su integración en la familia. Los animales fomentan el sentimiento de competencia y seguridad: los dos indispensables a desarrollar en el primer ciclo de la vida del niño para conseguir su correcto equilibrio emocional.
No obstante, cuando sucede una ruptura amorosa que obliga a efectuar la separación familiar, las mascotas juegan un papel particular en la repartición de bienes muebles. La Sala Plena de la Corte Constitucional de Colombia avaló unos artículos del Código Civil que advierte que los animales son bienes muebles para efectos de comercialización y de propiedad de las personas que los tienen. Sin embargo, el alto tribunal consideró que, para efectos de trato, son catalogados como seres sintientes y ya existen normas que castigan este tipo de acciones contra los animales. Lo que trascendió de la Corte Constitucional es que por temas de tributación no se puede determinar que los animales son sujetos autónomos de derecho, pero sí serán tratados como seres que sienten, como lo establece la norma.
Por eso en ‘La Voz de la U’ conversamos sobre ‘El papel de las mascotas en la familia’ Con Juan Felipe Cañaveral Castro, psicólogo, especialista en Psicología Social Aplicada, magíster en Psicología Social y docente de la Especialización en Familia, Infancia y Adolescencia de UNIMINUTO seccional Antioquia – Chocó, quien habló del papel de las mascotas y los beneficios de estas para las familias:
Además, aclaró si las mascotas son o no el reemplazo de otros miembros familiares:
Los artículos analizados son el 255 y 658 del Código Civil que establecen que los muebles son los que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellos a sí mismos como los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas. Por tanto, en caso de existir una separación entre dos partes, los animales proceden a adjudicarse como si estos fueran bienes, tal como está reglamentado en el artículo 655 de Código Civil.