Se trata de articular actores entorno a la ciencia, la tecnología y la innovación. Es una propuesta iniciada en los Estados Unidos desde la década de los años 50, y que extendió a Europa y a países asiáticos con gran fuerza. Esta iniciativa identificó que la ciencia no se podía hacer exclusivamente desde la academia, sino que, había que involucrar otros actores de gran relevancia como son: el Estado, las empresas, inversionistas y por su puesto a la misma sociedad.
La convergencia de distintos actores en torno a grandes proyectos científicos ha ido evolucionando desde la dinámica de la investigación; inicialmente los procesos de desarrollo con fines económicos involucraron a la universidad, las empresas y al Estado en lo que se denominó convergencias de triple hélice.
Posteriormente se hizo imperiosa la participación de la misma sociedad, pues sobre ella recaen los beneficios de los avances científicos, como también, puede advertir los peligros. Sin embargo, en los últimos años, sobre todo a partir de los 90s, aparecen nuevas convergencias científicas que incorporó otros actores, cuyo potencial no se puede desestimar como lo son: los emprendedores e innovadores que configuran unidades productoras de conocimiento.
Estas dinámicas han tomado fuerza en lo que hoy conocemos como centros (I+D+i), Investigación Desarrollo más innovación, en donde los procesos del conocimiento que produce la investigación se aplica en desarrollos concretos que se expresan en nuevas maneras y condiciones para hacer ciencia aplicada.
Estos ambientes de aprendizaje nuevos, también permiten la transferencia de conocimientos desde las mismas aulas de clase, laboratorios experimentales, prácticas profesionales, los parques científicos de innovación, ciudades inteligentes, laboratorios sociales y entornos territoriales que funcionando como ecosistemas y transforman comunidades llevándolas a tener mayor calidad de vida. UNIMINUTO, como Institución de Educación Superior le apuesta a consolidar ecosistemas de innovación y emprendimiento.
