Popularmente se ha dicho que: “Dos mentes piensan mejor que una”, situación que ha llevado a la vida académica y laboral a trabajar en red, una forma colaborativa de proponerse objetivos, metas y proyectos conjuntos en la búsqueda de su desarrollo y crecimiento.
Algunas organizaciones han visto en su sector e incluso entre su competencia, aliados estratégicos con los que han establecido redes de trabajo que persiguen metas que potencian no solo el crecimiento de su entidad, sino también el desarrollo de su comunidad.
Este trabajo en red ha beneficiado además de empresas y organizaciones, al sector académico, donde las instituciones de educación superior integran asociaciones de diferentes tipos que apuntan a la realización de nuevos ideales en la formación de los profesionales y la construcción de un mejor país.
Dichas asociaciones promueven entre muchas actividades, la movilidad de estudiantes y docentes a través de sus convenios, facilitando así el intercambio cultural, el compromiso social y la búsqueda de la calidad académica, con redes de bibliotecas y potenciando proyectos colaborativos de investigación, por poner algunos ejemplos.
De acuerdo con Cristina Méndez, coordinadora de la Asociación de Centros de Formación Profesional FPEmpresa de Madrid, España, las mejores soluciones son aquellas que salen de un proceso de creación colectiva. Lo anterior, considerando que existen mayores cantidades de puntos de vista y experiencias.
Por otra parte, la experta española asegura que este tipo de modalidades hacen del trabajo una actividad un poco más motivadora y entretenida, alejado de la frustración y encaminado siempre al aprendizaje a través de las experiencias, vivencias y aportes de los demás integrantes.
De acuerdo con la RUCC, Red de Universidades Católicas de Colombia, entre sus objetivos está exponer la importancia de la formación integral y de calidad ante el Ministerio de Educación Nacional y Apoyar también los esfuerzos de ofrecer educación universitaria de alta calidad y formación en valores humanos y cristianos mediante la colaboración y cooperación interinstitucional.
Por eso, en ‘La Voz de la U’, conversamos sobre las redes universitarias y la importancia del trabajo colaborativo, con Rubén Darío Montoya Herrera, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia del Servicio, magíster en Administración Gerencial, y coordinador de Proyección Social y Extensión de UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó, quien describió la importancia de participar en estos espacios.
El principio de asociatividad es muy representativo a la hora de generar un impacto positivo en las diferentes comunidades, la generación de nuevo conocimiento común con otras universidades aliadas y la generación de productos académicos que queden a disposición de los estudiantes, docentes y de la comunidad en general, es importante que las universidades promuevan el trabajo colaborativo no solamente a nivel local o regional sino a nivel nacional y la pertinencia a redes internacionales, eso hace que exista una movilidad académica, del currículo, de estudiantes, de docentes, y actividades de voluntariado.
Rubén Darío Montoya Herrera, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia del Servicio, magíster en Administración Gerencial, y coordinador de Proyección Social y Extensión de UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó.
Además, se detallaron los beneficios que trae la participación en estas redes y asociaciones:
Tenemos diversidad de áreas que atienden las diferentes demandas sociales y desde allí se generan entonces las intencionalidades de trabajar colaborativamente para resolver esas problemáticas sociales.
Rubén Darío Montoya Herrera, Administrador de Empresas, especialista en Gerencia del Servicio, magíster en Administración Gerencial, y coordinador de Proyección Social y Extensión de UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó.
Pues muchas de estas redes, promueven también compromisos sociales, proyectos de responsabilidad social, el cuidado y la preservación del medio ambiente, el deseo de servicio y el respeto a la diversidad étnica, cultural y religiosa, entre otros.
Escenarios que favorecen la construcción de sociedad desde las aulas de las instituciones de educación superior, en la instrucción que imparten los docentes con sus estudiantes al inculcar saberes de cooperación y que, por otra parte, solidifican las misiones institucionales, al transformar el territorio donde se hace presencia.