La ropa y los textiles en general en todo su proceso son altamente contaminante. Dañan suelo, aguas, se convierte en un desperdicio de compleja destrucción y en su uso contamina con solo lavarlo. Pero hay una solución que un trio de jóvenes profesionales se han puesto en la tarea de reciclar, reutilizar y ayudar a un sector que necesita laborar, las costureras y sastres.
En “El último café” conversamos con estas emprendedoras que hacen de su profesión un constante servicio a la vida y a las personas.