El sufragio ciudadano en Colombia se remonta en la época de 1810 – 1816 llamada la “patria boba”, en esta también se comenzaron a formar las instituciones clásicas, estas se consolidaron luego de la independencia en la Carta de Angostura de 1819. Para ese entonces, el sufragio era indirecto y público.
En Colombia, el sufragio indirecto se prolongó un tiempo en cuanto a elecciones de Senadores y Presidente de la República, pero a mediados del siglo XIX se da de manera directa para los representes a la Cámara, las Legislaturas Estatales o Asambleas Departamentales y para las Corporaciones Municipales.
En la Constitución Política de 1991, en el artículo 258. El voto es un derecho y un deber ciudadano. En el cual se expresa que el estado se encargará de que cada ciudadano cuente con un espacio o cubículo individual en cada mesa de votación, para que así su elección se dé de manera secreta y sin uso de medios electrónicos o informáticos.
Cabe resaltar que, en el país, los ciudadanos pueden hacer uso de su derecho solo hasta cumplir la mayoría de edad y a diferencia de otros países, el sistema electoral colombiano no obliga a los ciudadanos a participar.
En el programa ‘La Voz de la U’, hablamos sobre “El voto como ¿Deber o derecho? Con Alexander Londoño Uriza, historiador, magíster en Historia y docente del Cendro de Educación para el Desarrollo – CED de UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó, quien nos amplió un poco el panorama actual en el que se encuentra Colombia cuando de política se habla:
Igualmente, nos contó cuál sería la relación entre la ética y la política:
Hay que recordar que para las mujeres solo fue permitido votar a partir del 25 de agosto de 1954 mediante el acto legislativo No. 3 de la Asamblea Nacional Constituyente, pero solo hicieron uso de este hasta el primero de diciembre de 1957.
En el país, el voto sigue siendo libre cuando en el ejercicio de este no se está sujeto a alguna presión, intimidación o coacción. También es considerado que cuando un ciudadano ejerce su derecho al voto en una urna, está cumpliendo con uno de los deberes fundamentales como lo es el participar en la vida política, cívica y comunitaria del país.