Las emociones son definidas como el conjunto de reacciones orgánicas que experimenta un individuo cuando responden a ciertos estímulos externos que le permiten adaptarse a una situación con respecto a una persona, objeto, lugar, entre otros, éstas se caracterizan por ser una alteración del ánimo de corta duración, pero, de mayor intensidad que un sentimiento. Por su parte, los sentimientos son las consecuencias de las emociones, por ello son más duraderas y se pueden verbalizar. Las emociones son las causantes de diversas reacciones que pueden ser de tipo fisiológico, psicológico o conductual, es decir, son respuestas que pueden ser tanto innatas como estar influenciadas por las experiencias o conocimientos previos.
Existen diversos tipos de emociones que se clasifican en un orden que va desde las más básicas a las emociones aprendidas en diversos contextos. Las emociones primarias o básicas son definidas como aquellas que son innatas y que responden a un estímulo como: ira, tristeza, alegría, miedo, sorpresa, aversión. Las emociones secundarias: aquellas que se generan luego de una emoción primaria, vergüenza, culpa, orgullo, ansiedad, celos, esperanza y las emociones positivas y negativas: son las que afectan las conductas de las personas, por lo que algunas emociones pueden generar acciones o reacciones positivas como alegría o satisfacción, pero, hay otras emociones que provocan sentimientos perjudiciales para el individuo.
Por ello la gestión de las emociones es un aspecto crucial para promover una buena salud mental. Uno de los primeros pasos para gestionar las emociones es comprenderlas e identificarlas. Al reconocer nuestras emociones, podemos comenzar a regularlas y evitar que nos abrumen. Esto se puede lograr a través de prácticas de atención plena, como la meditación y el diario, que nos ayudan a ser más conscientes de nuestros pensamientos y emociones. Al desarrollar la inteligencia emocional, podemos comprender mejor nuestras propias emociones y las de los demás, mejorando nuestras relaciones y el bienestar general.
Desarrollar mecanismos de afrontamiento y hábitos saludables es otra estrategia importante para manejar las emociones y promover una buena salud mental. Esto implica aprender a regular la duración y la intensidad de las emociones, así como desarrollar hábitos saludables que apoyen el bienestar emocional. Esto puede incluir ejercicio regular, hábitos de sueño saludables y participar en actividades que nos brinden alegría y satisfacción. Al priorizar el autocuidado y desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables, podemos manejar mejor el estrés y evitar que las emociones negativas afecten nuestra salud mental.
Por eso en ‘La Voz de la U’ conversamos sobre ‘Gestión de emociones para entornos sanos’ Con Catalina Gonzáles Muñoz, psicóloga, Profesional de Desarrollo Humano del Área de Bienestar – Asuntos Estudiantiles de UNIMINUTO seccional Antioquia – Chocó, quien habló de la importancia de la gestión de las emociones:
Las emociones son una respuesta innata, es natural a nosotros, son universales en la medida en que todos los seres humanos tenemos la capacidad de sentirlas y ocurren en lo que llamamos nuestro cerebro primitivo, es ese que compartimos con la especie animal y lo que nos hace actuar por instinto en esa medida también está conectado con nuestro sistema nervioso autónomo que emite respuestas tanto de tipo fisiológico como endocrino a nivel de nuestro organismo, es por eso que, por ejemplo, cuando tenemos miedo nos ponemos pálidos, nos paralizamos, nos ponemos fríos, etc. Entonces tenemos respuestas tanto de tipo comportamental como fisiológico y en esa medida al ser digamos como autónomas respuestas que no determinamos. No podemos hablar de un ‘control’, porque entonces estaríamos haciendo referencia a negarlas o a reprimirlas, mientras que si hablamos de gestión estamos dándole lugar a un proceso de administración que incluye reconocer la emoción, nombrarla y darle paso como una parte más consciente de integrar esa experiencia y ese estado afectivo y poder responder de manera más asertiva en cuanto al comportamiento.
Catalina Gonzáles Muñoz, Psicóloga, Profesional de Desarrollo Humano del Área de Bienestar – Asuntos Estudiantiles de UNIMINUTO seccional Antioquia – Chocó
Además, explicó si es posible determinar en la actual industria si las emociones requieren gestión y cómo identificarlas:
Parte del autoconocimiento, se necesita tener un registro, que no sucede como un proceso estructural de un paso a paso, pero si hay una serie de momentos. Lo primero es no reprimirnos, porque entonces va a llegar un punto en donde precisamente se va a reprimir, a negar tanto la emoción que va a haber un desbordamiento, por eso el primer paso es permitirnos sentirlos y si tenemos ganas de llorar porque estamos tristes, hacerlo, si queremos reír porque estamos alegres, hacerlo. Permitirnos, sentir, reconocerlo y nombrarlo es principal para poder aprender a gestionar nuestras emociones. Segundo, identificar qué estímulos, qué de nuestro ambiente, qué personas, que objetos, generan las emociones para poder saber cómo actúo, qué siento o qué experimento cuando estoy enfrentando una situación. Cuando se está expuesto a un estímulo del cual ya ha conocido antes, se podrá aportar o actuar de una forma similar.
Catalina Gonzáles Muñoz, Psicóloga, Profesional de Desarrollo Humano del Área de Bienestar – Asuntos Estudiantiles de UNIMINUTO seccional Antioquia – Chocó
Buscar ayuda y apoyo profesional también es una estrategia importante para gestionar las emociones. Los profesionales de la salud mental pueden brindar herramientas y técnicas, así como ofrecer apoyo y orientación durante los momentos difíciles. Además, buscar la ayuda de amigos y familiares puede ayudarnos a sentirnos menos solos y brindar un sentido de comunidad. Es importante recordar que buscar ayuda es un signo de fortaleza y que no hay vergüenza en pedir auxilio cuando lo necesitamos.
Recuerda que las emociones forman parte de nosotros y son herramientas fundamentales de nuestra vida, reconocerlas, expresarlas y utilizar estas estrategias para controlarlas, podemos mejorar nuestra salud mental y nuestra calidad de vida.