Entendemos por estrés a aquel sentimiento de tensión física y también emocional que puede provenir de alguna situación o pensamiento que haga sentir a un individuo frustrado, furioso o incluso, nervioso. Un desafío o demanda que provoca ciertas reacciones en el cuerpo y que su prolongada duración lleva a daños severos en la salud.
Sin embargo, cabe considerar que, dentro de los múltiples factores del estrés, uno de los más comunes de acuerdo con los diagnósticos es el laboral. De acuerdo con la revista Forbes, en Colombia el 57% de la población empleada del país, manifiesta sentirse estrés en su día laboral, o sea, tres de cada cinco trabajadores tienen un malestar tanto físico como mental en sus rutinas productivas, profesionales o de ejecución.
Una cifra muy cercana a los datos globales, pues al parecer, el 50% de la población empelada en el mundo dicen padecer este mismo síntoma, mientras que para américa latina, la cifra sube seis puntos porcentuales en cuanto a la sensación de cansancio, agotamiento e insatisfacción laboral. Sin embargo, y lo más preocupante es la posición de Colombia en el ranking.
De acuerdo con lo expuesto por el diario ‘La República’, Colombia se encuentra en la cuarta posición a nivel mundial, detrás de México, India y Estados Unidos respectivamente, siendo el segundo país de Latinoamérica con la cifra más alta en cuanto al nivel de estrés laboral.
Se cree entonces que el estrés laboral es la respuesta a la alta carga de labores, la poca independencia y autonomía en las actividades diseñadas para el cargo, el salario no acorde con las responsabilidades, la falta de comunicación entre compañeros de trabajo, la injusticia o falta de respeto, la falta de coincidencia entre el lugar de trabajo y los valores personales, y una de las más importantes, la presión laboral.
Por eso, en ‘La Voz de la U’ hablamos sobre ‘Gestión del estrés en escenarios laborales’ con Ana María Vargas Patiño, tecnóloga en Gestión del Talento Humano, administradora de empresas y finanzas, especialista en Diagnóstico y Consultoría Empresarial y especialista en Gestión del Talento Humano. Quien se desempeña como orientadora ocupacional de la coordinación de empleabilidad de Centro Progresa en UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó, quien detalló cómo se manifiesta el estrés:
Es necesario identificar que hay unos factores estresantes, que son físicos como la iluminación, la temperatura, el ruido, aquellos que son relativos al contenido de la tarea, que se relacionan con el control que se tienen sobre dicha tarea, y la carga mental que produce al individuo pensar en cómo la va a llevar a cabo, también hay estresores relativos a la organización que incluyen la ambigüedad de rol, muchas veces hay personas que desempeñan un rol en la organización que no están capacitadas para ellas y algunas de esas funciones no se orientan a ese cargo
Ana María Vargas Patiño, orientadora ocupacional de la coordinación de empleabilidad de Centro Progresa en UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó.
Además, diferenció el eustress y el distress:
El eustress es considerado como el estrés bueno o positivo, es el que nos impulsa a realizar determinadas acciones que nos permiten una mejora en el rendimiento, es necesario para nuestra vida y cotidianidad y ejerce una función de protección en nuestro organismo. El distress es considerado el estrés negativo, y se manifiesta cuando sentimos que no podemos hacerle frente a determinada situación, nos sentimos impotentes ante ella ya que incluye una incapacidad de adaptación a las demandas que abarcan condiciones individuales, laborales y familiares
Ana María Vargas Patiño, orientadora ocupacional de la coordinación de empleabilidad de Centro Progresa en UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó.
En consecuencia, no prestar atención a esta situación, llevan a problemas de salud física y mental, que afectan la productividad laboral de forma negativa, la cultura de la empresa y la capacidad de una organización para cumplir sus objetivos. Este hace que los empleados sean más propensos a errores, bajo rendimiento laboral, problemas de salud mental, agotamiento y conflictos.