Cuando se habla de apropiación cultural, alegría y fuerza de voluntad, es claro pensar en el Chocó, pues este departamento ha sido un territorio fundamental en la historia del país desde su independencia en 1813, aportando grandes tradiciones y momentos que han hecho sentir orgullo a más de 50 millones de colombianos.
Sin embargo, esta región no ha estado exenta de situaciones complejas que hasta el día de hoy requieren total atención de parte de su población, entidades gubernamentales y organizaciones cuya misión se orienta hacia el crecimiento social. En este sentido, una de las problemáticas más llamativas por mucho tiempo ha sido la educación en el territorio.
Los retos en formación académica se han visto reflejados en el último año por diferentes cifras como la tasa de analfabetismo establecida 13,34% de acuerdo con el periódico El Tiempo, el índice de pobreza monetaria, el cual corresponde 74,3% según el Diario El Espectador y la reducción de estudiantes matriculados en instituciones de educación superior, la cual ha dejado a Chocó con una población de alumnos correspondiente a 14.348.
Así mismo, la economía del departamento del Chocó se ha sustentado mayormente en actividades referentes a la agricultura y la ganadería. Según la Alcaldía de Quibdó, algunos de los trabajos más populares son la siembra de cultivos de plátano, arroz, yuca y caña, sumado a otras labores pecuarias como la crianza de cerdos o la pesca. Esto ha representado la oportunidad de incorporar nuevas técnicas que aumentan la productividad y las finanzas de la región.
Dichas realidades representaron para la Corporación Universitaria Minuto de Dios oportunidades para transformar el territorio a través de la educación de calidad al alcance de todos, dando inicio en el año 2017 a las actividades en los municipios de Istmina, Condoto, Andagoya y Nóvita, apostándole a la oferta de programas técnico laborales y profesionales con enfoque rural.
En este sentido, algunos de los programas que se ofrecerán en toda la región son las técnicas en producción agroecológica de cultivos, manejos de suelos y aguas y acuicultura. Además de técnicas laborales en mantenimiento de motos, contabilidad y finanzas y seguridad en el trabajo, los cuales sólo se ofrecen en el municipio de Istmina. Sin embargo, estos programas están prontos a iniciar y estarán a disposición de la comunidad.
Por ello, en La voz de la U hablamos con el Padre Huberto Obando Gil, licenciado en Filosofía, teólogo, magister en Literatura Hispanoamericana, doctor en Educación y Rector de UNIMINUTO Seccional Antioquia-Chocó, quien reflexionó sobre la forma en que la educación contribuye a mejorar la calidad de vida en los territorios:
Además, también relacionó las características de las comunidades del Chocó con los valores fundamentales del Minuto de Dios:
En conclusión, el departamento del Chocó trae consigo la capacidad para salir adelante, pese a las barreras que ha dejado la violencia, la corrupción y las desigualdades. Esta es una idea que los futuros profesionales de la región desean convertir en realidad y para materializar este sueño, la educación de calidad será una herramienta fundamental para construir un país mejor.