Desde el mes de marzo del 2020, la realidad a la que el mundo venía acostumbrado, cambio rotundamente, tras decretarse el estado de emergencia.
Desde entonces, en los intentos y esfuerzos por preservar la vida y la salud de las personas, se han implementado varios cambios en las rutinas, como extensas cuarentenas y autocuidados desde casa, escenario que también se convirtió en la sede de trabajo de muchos empleados y empleadas del país.
Las labores de teletrabajo, trabajo en casa y trabajo remoto iniciaron como medida preventiva ante el acecho del Covid-19, que como bien se conoce, es de fácil propagación, motivo que representó para las empresas un nuevo reto, de gran magnitud y sin precedente alguno.
Áreas dirigidas por profesionales en Seguridad y Salud en el Trabajo tuvieron que apostarle dentro de sus estrategias de gestión del riesgo, a preservar la integridad física y de salud de los empleados que, desde sus hogares y gracias a las TICS, pudieron seguir en función de sus labores, otorgando un acompañamiento desde la virtualidad, ante la optimización de los espacios designados en sus viviendas para cumplir sus funciones laborales.
Postura que, según el Consejo Colombiano de Seguridad, trae beneficios no solo en la salud del personal, sino, además, resultados favorables para la empresa, en términos de productividad, reducción de ausentismo y de costos en plantas físicas, así como la reducción del retiro voluntario de empleados, aquellos que han afirmado que el tiempo es oro.
Otro cambio en este campo se dio cuando su objetivo de prevenir enfermedades laborales procuró también, prevenir la salud de sus empleados y empleadas ante el infame virus, pues varios de ellos y ellas debían movilizarse hasta sus puestos de trabajo en plenos meses de contingencia, ya que sus funciones no eran realizables desde casa, garantizando así condiciones de bioseguridad en las instalaciones y plantas físicas de empresas y organizaciones.
Según la Revista Empresarial y Laboral, para las organizaciones ahora es imprescindible conocer a profundidad el estado de salud de la fuerza laboral, para proteger no solo el interior de la empresa, sino también a su comunidad, volviendo a su recurso humano epicentro de esfuerzos en estrategias de cuidado y prevención.
Por eso, en ‘La Voz de la U’ hablamos sobre ‘Los desafíos empresariales de un año atípico’ donde Jonathan Osorio Vasco, ingeniero informático, especialista en Salud Ocupacional, magíster en Seguridad y Salud en el Trabajo, y docente e investigador del programa de Administración en Seguridad y Salud en el Trabajo de UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó, Centro Regional Aburrá Sur, expuso los retos a los que se enfrentaron desde esta área en las empresas.
Además, Osorio detalló los hallazgos de un estudio realizado desde el Centro Regional Aburrá Sur en las empresas y microempresas del sector:
Y aunque muchos y muchas hoy hablan sobre la nueva normalidad, lo cierto es que la dura crisis económica que vive el país a causa de tanto tiempo de cese de actividades llevó a varios a sectores a la reapertura paulatina de sus funciones, invitando al retorno responsable y seguro de su personal quienes por supuesto, contaron con el acompañamiento de estos profesionales que el último año estuvieron procurando mantener los empleos, así como la salud de quienes ocupan los cargos.
Con lo sucedido en el año más atípico de los últimos tiempos, varias empresas se vieron en la necesidad de implementar sistemas de gestión y de prevención del riesgo, en manos de profesionales capacitados en Seguridad y Salud en el Trabajo.