De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el trastorno del espectro autista– constituye un grupo de afecciones diversas relacionadas con el desarrollo del cerebro, y este se puede manifestar aproximadamente en 1 de cada 100 niños.
Los síntomas del trastorno del autismo se pueden expresar de maneras diferentes en cada uno de los afectados, algunos niños pueden tener dificultad para el aprendizaje, mientras que otros pueden tener una gran capacidad de inteligencia, que sin embargo no pueden desarrollar por problemas a la hora de comunicarse.
Por eso, es importante brindarles una educación especializada, que pueda cubrir las necesidades de estos niños que en muchas ocasiones tienen dificultades para relacionarse con sus compañeros.
Es importante que los docentes tengan la capacidad de comprender la condición del niño autista, entendiendo que cada caso puede ser diferente y manifestar el grado de autismo con comportamientos o patrones como pueden ser los movimientos repetitivos y que estos pueden dificultar su inclusión en el aula de clase con los demás estudiantes.
Según la revista Unir, algunas actividades que se pueden realizar en las aulas para integrar y facilitar el aprendizaje de un niño con trastorno de autismo son:
La estructuración del entorno para que sea predecible por parte del alumno y se sienta seguro emocionalmente. La creación de rutinas, así como el diseño de una agenda con pictogramas, fotos o dibujos ayudarán al niño autista a anticiparse y comprender la secuencia de las acciones que requiere una tarea; también, a la identificación de las emociones propias y de los iguales.
El uso de apoyos visuales para facilitar las enseñanzas (programa TEACCH) y la incorporación de programas de comunicación y competencia social como el Programa de Comunicación Total, donde se asocian signos a vocalizaciones.
Siguiendo la metodología anterior, son de vital importancia los apoyos visuales (historietas, cómics y vídeos) para mejorar la comprensión por parte del alumno de las situaciones sociales e impulsar la imitación de conductas adecuadas.
En las fichas de trabajo del alumno también se debe incluir la secuencia de tareas, paso a paso, con claridad y dibujos de apoyo.
Por último, se aconseja crear un “círculo de amigos” del entorno al alumno con TEA: un grupo de compañeros que interactúen y le guíen en los entornos más abiertos (el patio, el comedor escolar o durante los cambios de clase).
Todas estas acciones, pueden ser de gran ayuda para mejorar el entorno educativo de un niño con autismo, por lo que es importante aplicarlas en caso de ser necesario, y crear ambientes propicios para la educación de los niños, además de integrarlos con los demás estudiantes.
En ‘La Voz de la U’, quisimos indagar más sobre el tema y realizamos un programa sobre ‘Procesos de aprendizaje en niños con autismo’, con Cruz Elena Gómez Giraldo, ella es psicóloga, magíster en Investigación Psicoanalítica, docente del programa de Psicología en UNIMINUTO Seccional Antioquia – Chocó, y nos habló sobre algunos patrones de comportamiento de personas con autismo.
Además, Cruz Elena reveló algunos de los mitos existentes relacionados con el tema del autismo.
Es importante conocer e indagar sobre las personas con autismo, ya que cada caso se puede manifestar de maneras diferentes, con comportamientos o actitudes únicas, para de esta manera poder ayudarlos e integrarlos de manera adecuada en la sociedad, por esta razón en ‘La Voz de la U’, hablamos de ‘Procesos de aprendizaje en personas con autismo’.