A pesar de ser una persona tímida, Daniel decidió estudiar Comunicación Social y Periodismo, y esta elección lo llevó a descubrir nuevas habilidades y fortalezas. Él expresa: “Con eso, además, nunca había tenido esa experiencia de hablar frente a una cámara de salir al aire en la emisora de radio y en esos momentos, pues la paranoia no sé, la ansiedad, muchas cosas llegan a mi cabeza que me bloqueaban”.
Uno de los momentos mágicos de su viaje fue cuando participó en una materia de periodismo ciudadano con el profesor Sergio Gama, “un profe mechudo, así súper buena onda”. Junto a su compañero, decidieron crear una página en Facebook para recopilar testimonios de personas víctimas de abuso policial. La página tuvo un impacto significativo, y Daniel relata con orgullo: “Hasta esa fecha, tenía 1,000 seguidores y a la bandeja de entrada llegan mensajes todos los días”, los seguidores buscaban apoyo para sortear los temas jurídicos y saber actuar ante eventuales abusos de la fuerza pública.
Sin embargo, no todo fue fácil para Daniel. El tema económico se convirtió en un desafío constante, y en ocasiones se encontró sin los recursos necesarios para pagar el semestre. A pesar de esto, su determinación y amor por su formación académica lo llevaron a trabajar como pintor, en un call center, vendedor ambulante e incluso a explorar su pasión por la música: “De hecho, pues soy rapero, hago trap y reggaetón, mi primera canción, la escribí que como en segundo o tercer semestre”.
Una de las experiencias más memorables para Daniel fue su participación en la Escuela de Medios para el Desarrollo – EsMedios. Allí, tuvo la oportunidad de conocer a artistas de todo el mundo y compartir experiencias con ellos. Él describe este momento como “un mundo nuevo, lleno de experiencia, es algo en lo que la vida no me lo imaginaba”.
El compromiso de Daniel con su educación y el servicio hacia los demás siempre estuvo presente. Él destaca: “Considero que en términos de calidad, lo que yo le he aportado a UNIMINUTO considero que ha sido mi compromiso, siempre estaba ahí trabajando fuerte, brindando la mejor actitud”.
Con respecto a su legado, Daniel anima a las futuras generaciones a luchar por sus sueños y objetivos, sin importar las dificultades: “Considero que el legado que les puedo dejar es que luchen por sus sueños, por sus objetivos. Que se esmeren hasta alcanzarlos y que al final todo se puede y que el reto más fuerte, más difícil, siempre es con uno mismo”.
El viaje de Daniel Hernández en UNIMINUTO ha sido una montaña rusa de desafíos, superación y aprendizaje. A través de su valentía para enfrentar sus miedos, su dedicación al servicio y su pasión por la música, ha dejado una huella significativa en la institución y en aquellos que lo rodean. Su historia es un testimonio inspirador de cómo la determinación y la empatía pueden transformar vidas y crear un futuro prometedor.