Ibagué, 16 de diciembre de 2025 – Este martes, en el estadio Manuel Murillo Toro se vivirá una de las jornadas más intensas en la historia reciente del fútbol colombiano. Deportes Tolima afronta la vuelta de la final de la Liga BetPlay II-2025 con una tarea que parece épica: remontar un 3-0 adverso frente al Junior de Barranquilla en el partido de ida y de esta manera quedarse con su cuarto título.
El pasado viernes 12 de diciembre, en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, Junior se mostró dominante y efectivo, imponiéndose con claridad ante Tolima por 3-0 en el cotejo de ida de la final. Con goles de José Enamorado (doblete) y Bryan Castrillón, el conjunto barranquillero dejó con vida propia la definición del título, tomando una ventaja que lo deja con la clara opción de celebrar la estrella 11 de su historia.

Este resultado deja al equipo pijao, en una situación de obligación absoluta; Ganarle por tres goles de diferencia a Junior en Ibagué para forzar la definición por penales, ó Ganar por cuatro goles o más para consagrarse campeón directamente en los 90 minutos. Cualquier otro resultado entregará el título a los “tiburones”.
El duelo se juega esta noche desde las 7:30 p. m. (hora colombiana), en el Murillo Toro colmado por una hinchada que sueña con la remontada.
Un reto casi sin precedentes en la historia del fútbol colombiano
Desde la instauración de los torneos cortos en Colombia (2002), ningún equipo ha podido remontar un 3-0 en contra en una final y coronarse campeón. Las estadísticas y los precedentes favorecen claramente a Junior, que suele cerrar las series cuando logra ventajas de tres goles en el primer partido final.
Existen algunos casos históricos cercanos;
- En 2004-II, Junior también ganó 3-0 en la ida a Atlético Nacional y, aunque Nacional ganó 5-2 la vuelta, el título terminó para los barranquilleros por penales.
- Otras series con ventaja en el primer partido terminaron con el campeón al equipo que llegó con ventaja de tres goles, como Nacional en 2007 y América de Cali en 2020.
Estas referencias dejan claro que la tarea es difícil y, hasta ahora, inédita en el fútbol colombiano, a pesar de la fé y la confianza del entrenador Lucas Gonzales, jugadores e hinchada del equipo de la capital musical.
La misión de Tolima pasa por varios puntos concretos; atacar desde el primer minuto, con tantos por anotar, Tolima no puede esperar para producir el primer gol; necesita poner presión alta y aprovechar las transiciones rápidas para no dejar pensar a Junior. Para soñar con empatar la serie, los locales no pueden recibir gol. Un gol de Junior complicaría más la ecuación: Tolima necesitaría cinco o más anotaciones. Lucas González, técnico del Tolima, ha citado partidos en los que su equipo ha marcado tres o más goles en el semestre como evidencia de que es posible replicar esa producción. La hinchada ha respondido activamente con banderazos y apoyo para levantar al equipo, un factor anímico importante en estas definiciones.
La palabra de los protagonistas
En rueda de prensa del día anterior, el entrenador Lucas González ha reconocido la dificultad del desafío, calificándolo como “difícil, pero no imposible”. El mensaje del técnico apunta a la resilencia y al convencimiento grupal ante una adversidad que pocos equipos han enfrentado.

Por su parte, algunos referentes del plantel como Juan Pablo Nieto han lanzado mensajes de confianza, advirtiendo que “todavía faltan 90 minutos por jugar” y que la serie sigue abierta pese al amplio resultado en contra.
Tanto en medios de análisis como en casas de apuestas se ve a Junior como el favorito para quedarse con el título. Los pronósticos reflejan una probabilidad baja de remontada, aunque el fútbol siempre deja margen a la sorpresa.
Este partido no solo define un título de liga y el derecho a representar a Colombia en torneos internacionales en 2026, sino que también plantea una prueba de carácter para Tolima, que nunca ha ganado una final de liga cerrando la serie como local en su historia reciente.
Para Junior, la posibilidad de coronarse esta noche significaría reafirmar su grandeza en finales y mantener su efectividad en cerrar series cuando tienen el control del marcador global.








