Por Valentina Hernández Vivas
La educación es un pilar para el desarrollo próspero de la sociedad y el funcionamiento de la democracia, es por esto que su calidad refleja los intereses y sentires políticos de la clase gobernante de cada país. No obstante, en Colombia este tema representa un problema que parece no tener solución y esto se debe, en gran parte, a la falta de recursos o al disgusto de bastantes personas con el sistema educativo en el que el país está inmerso. Mientras tanto, a raíz de estas declaraciones se profundizará en el tema.
¿Cuáles son los inicios de esta problemática?
Teniendo en cuenta que, según Castro, el principal problema es la falta de apoyo del gobierno a los sectores públicos, conviene resaltar que todo comienza a partir de la educación preescolar, básica y media; a raíz de ello, afirma que “la educación en Colombia cuesta mucho dinero, pues estudiar en un colegio privado es bastante costoso y pocas personas tienen acceso a ello”. Aparte de esto, “la infraestructura e inversión que se hace en colegios públicos es bastante escasa por parte del Estado”.
No obstante, analizando en profundidad este tema, Castro menciona que otro de los problemas estructurales de la educación es el mismo sistema educativo en el que estamos inmersos, ya que es un sistema creado para que las personas deserten y tengan debilidades en cuanto a lo que se plantea; es por esto que un niño al que no le va bien en matemáticas, español o inglés –que son las materias básicas–, “no resulta bueno para nada”. Para comprender mejor, argumenta que no se tiene en cuenta que el niño tenga un tipo de inteligencia diferente o que le guste realizar otras actividades como el deporte o el arte y esto se resume en que no hay un modelo que plantee una educación basada en las habilidades de cada sujeto, sino en la estandarización.
Cada año más de 300mil colombianos se gradúan del bachillerato, pero no cuentan con ninguna posibilidad de acceso a la educación superior, ¿qué opina?
La educación superior es un espejo en el cual se exponen los errores que se cometen desde la etapa inicial. Esto se justifica viendo el elevado costo de las universidades privadas y las pocas becas que ofrece el Estado; en efecto, “esto hace que recurrentemente las personas tengan que estudiar y trabajar si quieren acceder a ellas”. De igual manera, las universidades públicas no siempre son una alternativa viable para que los jóvenes estudien, ya que entrar a ellas es bastante difícil y competitivo. Por ejemplo, “si 70mil personas se presentan a la Universidad Nacional, sólo 3,080 personas logran acceder, ¿y las otras casi 67mil?”, sentenció Castro.
¿Qué soluciones existen ante estas contrariedades?
“Lo primero es que el gobierno respete el presupuesto destinado a la educación y que escuche las exigencias de las personas que protestan en búsqueda de garantías y acuerdos equitativos”; sin embargo, esto es utópico en Colombia y lo peor del caso es que hay varias soluciones que se han ido postergado paulatinamente por varias décadas.
No obstante, Castro, que se ha desempeñado como docente en cada uno de los niveles de educación mencionados anteriormente durante dieciséis años, hace énfasis en el sistema educativo y menciona que una de las soluciones se basa en “Dejar de estandarizar el modelo educativo, así como dejar de creer que todas las personas piensan igual y plantear un modelo en el cual se oriente a los niños desde muy temprana edad hacia sus habilidades y lo que le gusta. Por ejemplo, es poco favorable que a un niño le guste el deporte y que sus pericias se basen en ello si se le obliga a ver matemáticas con 8 horas semanales intensivas o 12 de inglés. Con esto la intención no es que deje de ver las materias básicas, sino que se le enfoque en el campo en donde mejor se desarrolla”.
“Sería buena idea que Colombia siguiera el modelo de Finlandia, Suiza o Alemania, países en donde la educación es alternativa; allá no tienen un sistema, sino un plan que se adapta a las necesidades sociales de cada sujeto”.
¿Es viable la educación alternativa?
Lo ha sido para muchas familias, el ‘homeschooling’ y la educación comunitaria están teniendo mucho auge y si cada vez hay más personas inconformes con el sistema educativo es más probable que el gobierno tenga la necesidad de cambiar la metodología del mismo.
Y ahora que menciona al gobierno, ¿qué intereses tienen con la educación?
Cabe subrayar que la educación es una de las bases para que la política funcione –o no– en cada tipo de sociedad y en ella se refleja la situaciónpor la que pasa cada país. Ahora bien, Castro menciona que “al gobierno no le interesa invertir en educación porque, al igual que mencionó Ernesto Guevara, un pueblo ignorante es un pueblo fácil de convencer”, mientras que “un pueblo que estudia puede desarrollar una capacidad crítica y ser autónomo en la toma de decisiones a nivel nacional y esto, claramente, no le interesa a la clase política dominante”.
Por último, ya que hablamos de política, ¿qué es el adoctrinamiento en las aulas?
“Estos términos están siendo utilizados por este gobierno para seguir manipulando la mentalidad de las personas”. Todo este tema del adoctrinamiento en las aulas se usa en función de estrategias políticas; para contextualizar, Castro menciona que “el primero que debe llegar contento al aula es el profesor y si al docente no le pagan ni le cumplen lo que le prometieron va a estar inconforme”. Así mismo, cree que “si los profesores ven que la infraestructura de su colegio no es la adecuada o que las onces que le dan a los niños no es lo que merecen, entonces tienen todo el derecho de salir a marchar porque buscan un cambio”.
Así, pues, una marcha no le conviene al gobierno porque significa que hay personas inconformes con el sistema y las condiciones laborales, por lo que “deben crear estrategias para mantener su reputación y una de ellas es decir que los profesores adoctrinan a los niños dentro de las aulas de clase”, finalizó Castro.