Con este resultado, Cepeda se consolida como el principal referente de la izquierda colombiana rumbo a las elecciones de 2026, en un proceso que también dejó tensiones internas y debates jurídicos.
La jornada, que movilizó a más de 2,7 millones de votantes en todo el país, registró una participación superior a la esperada y evidenció un alto interés dentro del bloque progresista. Carolina Corcho, exministra de Salud y segunda en la contienda con el 28,7% de los sufragios, reconoció rápidamente el triunfo de Cepeda.
“Esta es una victoria colectiva de las fuerzas transformadoras. Iván tiene la tarea de unir al progresismo, y desde mi espacio seguiré defendiendo la reforma a la salud y los derechos sociales”, declaró Corcho en su pronunciamiento.
El proceso no estuvo exento de controversias. Días antes de la votación, Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, anunció su retiro de la consulta alegando “riesgos jurídicos” derivados de las modificaciones impuestas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y la Registraduría Nacional, que transformaron la consulta en un mecanismo de carácter interpartidista. Pese a su renuncia, su nombre permaneció en el tarjetón y obtuvo un porcentaje residual de votos. Su salida generó interpretaciones divididas: para algunos, una estrategia para preservar su elegibilidad en futuros comicios; para otros, una señal de fractura dentro del movimiento alternativo.

Tras conocerse los resultados, Cepeda hizo un llamado a la unidad y aseguró que su campaña “será de propuestas y no de agresiones”. También invitó a Corcho y a otros sectores progresistas a sumarse a una “alianza amplia por la justicia social y la paz total”.
El senador, de larga trayectoria en temas de derechos humanos, inicia ahora la tarea de articular una coalición que trascienda al Pacto Histórico e incorpore sectores independientes y sociales que fueron decisivos en la victoria de Gustavo Petro en 2022.
El triunfo de Cepeda marca un punto de inflexión dentro del Pacto Histórico. Su victoria refleja el respaldo de los sectores más tradicionales del Polo Democrático Alternativo y de la Colombia Humana, que apostaron por una figura con experiencia legislativa y discurso coherente con el legado de Petro. Sin embargo, la consulta también mostró límites: la renuncia de Quintero y los reclamos por la falta de claridad jurídica dejan en evidencia la necesidad de unificar reglas y mensajes si la izquierda aspira a mantener su hegemonía.
Analistas coinciden en que la votación del 26 de octubre reafirma la fortaleza del sector más institucional del Pacto, pero advierten sobre el riesgo de fragmentación. Si Quintero decide impulsar una candidatura por fuera del bloque, podría dividir el voto progresista. Además, las interpretaciones sobre la naturaleza interpartidista de la consulta podrían generar restricciones legales a futuras alianzas, un aspecto que el equipo de Cepeda deberá resolver con precisión antes de marzo de 2026.
En adelante, el nuevo candidato del Pacto Histórico deberá definir su fórmula vicepresidencial y una hoja de ruta que combine continuidad y renovación dentro del proyecto progresista. Se espera que Cepeda mantenga a Carolina Corcho como una figura clave en el frente social y sanitario, mientras se abre el debate sobre la conformación de las listas al Congreso.
Aunque el senador llega fortalecido, el reto será traducir su liderazgo moral en una candidatura electoralmente competitiva, en un escenario donde la oposición de centro y derecha busca reagruparse y capitalizar las divisiones internas del petrismo.
La victoria de Iván Cepeda en la consulta del Pacto Histórico representa un triunfo político y simbólico para la izquierda, pero también un desafío de cohesión. Con el retiro de Daniel Quintero y las dudas sobre la arquitectura jurídica del proceso, el bloque progresista enfrenta el reto de construir unidad, claridad y amplitud si quiere llegar con fuerza a las urnas en 2026.








