Ibagué, 5 de diciembre de 2025 – La Gobernación del Tolima intensificó el monitoreo en los afluentes del norte del departamento luego del movimiento en masa registrado en el cerro Pitayó, en Villahermosa, que afectó la quebrada Guayabal y mantiene en alerta a las autoridades por su conexión con el río Azufrado y el río Lagunilla.
De acuerdo con la secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo, Ericka Lozano, la prioridad en este momento es la protección de las comunidades ribereñas. “Queremos hacer un llamado a todas las familias que viven en las zonas cercanas al río Azufrado y al río Lagunilla. Debido al movimiento en masa que afectó la quebrada Guayabal, mantenemos un monitoreo permanente sobre estos afluentes para identificar cualquier cambio en su comportamiento hídrico”, señaló.

La funcionaria explicó que desde el primer momento se activaron las alertas y se coordinó con todas las entidades del sistema municipal y departamental de gestión del riesgo para establecer puntos de vigilancia y mantener informada a la comunidad. “Lo primordial es que estén siempre atentos a cualquier comportamiento irregular de la zona y actuar a tiempo”, agregó Lozano.
En el municipio de El Líbano, unidades de Bomberos y de la Cruz Roja adelantan monitoreo en las zonas ribereñas, mientras equipos del sistema municipal y departamental de gestión del riesgo, junto con cinco unidades de PONALSAR, se desplazan hacia Villahermosa para reforzar las labores de atención y evaluación en terreno.
La Administración Departamental reiteró el llamado a las comunidades para que eviten acercarse a los cauces de los ríos, permanezcan atentos a la información oficial y acaten de inmediato cualquier orientación de evacuación impartida por los organismos de socorro. Las autoridades insistieron en que estas acciones preventivas son fundamentales para proteger la vida y la seguridad de las familias que habitan en las zonas cercanas al río Lagunilla.
Ericka Marcela Lozano, secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima.








