Existe un lugar en el que los libros tienen un aspecto diferente. Los adornan los años, las manos por las que han pasado, el olor de las hojas y los recuerdos que traen algunas ediciones que ya no se encuentran en otras librerías.
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En este sitio permanece un hombre que se dedicó a un oficio maravilloso. Un oficio que desde hace 35 años se convirtió en su mayor pasión. Álvaro Castillo Granada es escritor y fundador de este espacio llamado San Librario, una librería en la que expone a su “pupilo” a su consentido y a su más reciente obra denominada “Un librero”.

Esta es una mezcla de una prosa delicada con tintes de crónica periodística que narra y da sentido a sus cuentos, a sus personajes y lugares. Se sienten vivas las letras; las imágenes dejan ver más que metáforas y las historias conducen a un destino diferente, pero tienen algo en común, todos los protagonistas de los relatos son los libros. Es un testimonio de amor hacia los ellos.
De esta creación literaria y de este bello e imprescindible oficio nos habla Álvaro, un enamorado de la poesía de Pablo Neruda y de las letras que, desde pequeño, empezó a seguir para convertirlas en su más fiel compañía.
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