Australia está acostumbrada a los incendios forestales, pero el hecho de que este año llegaran antes de lo previsto y su violencia, junto con temperaturas récord, y críticas a la administración del país, no han hecho más que aumentar la preocupación por el calentamiento global y la destrucción de importantes zonas forestales con todo lo que implica.
Unas 200 casas quedaron destruidas durante el fin de semana por la oleada de incendios en condiciones “catastróficas” que afectaron gran parte del sureste del país, donde siguen activos más de un centenar de focos.
Las autoridades prevén que a finales de semana vuelvan a agravarse las condiciones ante esta oleada de incendios, que comenzaron antes del inicio del verano austral en el que se espera una escasez de lluvia hasta el 21 de marzo.
Sídney está asfixiada por el humo de los incendios que arden al norte, al sur y al oeste y se prevén condiciones “catastróficas” en la periferia de la ciudad con temperaturas de hasta 47 grados centígrados.
El fuego ha devastado al menos tres millones de hectáreas desde septiembre, el equivalente de la superficie de Bélgica. Mientras esto sucede en el país, la activista climática Greta Thunberg tuvo un cruce de notas con el primer ministro australiano por los incendios en el país
Luego de que la activista criticara lo que ve como una falta de decisión política para combatir la crisis climática, el jefe de Estado respondió que su objetivo no es “impresionar a la gente de afuera”
La disputa comenzó cuando Thunberg publicó el domingo en su cuenta de Twitter imágenes de los incendios acompañadas del comentario: “Ni siquiera catástrofes como ésta parecen suscitar medidas políticas, ¿cómo es eso posible?”.
Morrison respondió: “No me corresponde hacer comentarios sobre lo que personas de fuera de Australia creen que debe hacer Australia. En Australia haremos lo que creemos que es apropiado para Australia y ése ha sido siempre el principio por el que me guío. No estoy aquí para tratar de impresionar a la gente de fuera”.
El primer ministro australiano tuvo que disculparse públicamente el domingo por haberse ido a Hawái con su familia de vacaciones durante los graves incendios en su país.
Morrison, un férreo defensor de la importante industria del carbón, se ha enfrentado a una serie de manifestaciones en protesta por su falta de liderazgo durante los incendios y la falta de medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes y emprender una transición hacia el uso de energías limpias. Según sostuvo, no tomará medidas contra el cambio climático que puedan arriesgar empleos.