Por Daniel Rojas Chía
Zach Cregger dirige su primer largometraje donde también lo escribe y además, se encuentra en compañía de los productores creadores del remake de “It” (2017) El Aro (2002) en la versión de Hollywood y la Maldición (2004).
Bárbaro es una película protagonizada por Georgina Campbel (Tess) donde se hizo muy conocida por su participación en ‘Black Mirror’. A su lado también se encuentra Bill Skarsgård (Keith) quien le dio vida al payaso de ‘It’ y Justin Long (AJ) bien conocido por su diversa carrera.
La película cuenta la historia de una joven llamada Tess que viaja a Detroit para una entrevista de trabajo y reserva un alojamiento en la ciudad, pero cuando llega tarde en la noche, descubre que la casa que había reservado ya tenía un huésped ocupando ese espacio.
Si apartamos un poco el hecho de que es una película matriculada en el género del terror, su director Zach Cregger propone hablar del abuso y la violencia constante hacia la mujer en muchos campos y como este concepto construye una tensión interesante en el ritmo de la historia y le imprime una idea un poco más elaborada a la intención del filme.
La narrativa es propia del género y en ocasiones hace recordar películas como la obra maestra de 1960 dirigida por Alfred Hitchcock llamada ‘Psicosis’. Bárbaro hace uso de todos los recursos que se puedan encontrar, lo que la hace diferente, por cómo aplica dichos recursos para sorprender y de alguna manera refrescar la narrativa con desenlaces que intentan no ser predecibles.
Quien se anime a verla se va a encontrar con todos los recursos ya fabricados en el género como las puertas abiertas, los pasillos largos, la oscuridad, las formas lejanas, los sótanos y todo lo que se puede ver en el tráiler. Lo que vale la pena presenciar es como su director quiso desarrollar esta cinta desde una trama que no deja de ser llamativa.
Esto es también acompañado de actuaciones convincentes que le entregan a la historia el suficiente dramatismo para hacer que más de un espectador deje de mirar la pantalla, para evitar saltar en su asiento y pueda dormir luego en la noche.
También vale la pena aclarar que tiene sobresaltos extraños de tiempo, los cuales en ocasiones cortan el ritmo cuando quieren crear cierto suspense, pero que afortunadamente no terminan por afectar demasiado la película ya que no hay mucho en juego.
Una historia que logra crear tensiones interesantes bajo una narrativa clara en el género, pero que también intenta proponer un mensaje importante el cual le da un impulso diferente intentando no caer en tantos lugares comunes ya que el 476 Barbary en Detroit tiene sorpresas en su interior.
Un buen plan para pasar unos cuantos sustos y repensar problemáticas tan serias como lo es la violencia hacia la mujer.
Foto: Cortesía: 20th Century Pictures