Boca de Serpiente es una agrupación bogotana conformada por Santiago Torrents Pacheco como baterista y Juan Carlos Marín Erazo como vos y cuerdas, que fuera fundada en 2016. Algo característico de esta banda, es el diverso mundo de sonidos que logran regalar con apenas dos artistas. Su experiencia para llegar a Rock al Parque ha sido larga y constructiva, que los trajo a presentarse este 2022 en un festival de gran magnitud.
Con la expectativa de una primera aparición frente a un escenario tan anhelado, con el clima poco favorecedor de la jornada de su presentación, Juan Carlos y Santiago se entregaron a darlo todo en el escenario, apoyados en el calor de la gente a pesar del frío.
Lo que pasa por sus cabezas desde la puesta en escena, se resuelve con la constancia y la sólida relación entre ellos: no piensan en algo puntual, se centran en sentir lo que está pasando con los instrumentos, las vibraciones, el desfogue de energía entre ellos y la que el público les trasmite, dejando de lado toda la técnica que trae consigo las construcciones de su música; todo pasa a ser sensorial, de la mano con su propósito de lograr una música digerible, buscando el equilibrio para que sea consumida por un público más amplio desde la estética de sus composiciones e interpretaciones.
Durante toda la presentación, hubo muchos agradecimientos a Rock al parque. ¿Cómo fue el proceso y trayectoria que les permitió llegar hasta aquí?
“Nosotros tuvimos la oportunidad de presentarnos en 2019, pasamos el primer filtro que eran los documentos, atravesamos el segundo que era la parte audiovisual y en el tercer filtro que fueron las audiciones no pasamos, pero nos dio chance de fortalecernos, porque entendimos cuáles eran las debilidades y trabajamos fuerte en eso durante los tres años siguientes hasta llegar al punto de haber realizado una gira nacional, habernos fogueado con público de toda Colombia y por ese fogueo, esta vez la audición en la Media Torta dio frutos, se vio la fortaleza y la confianza que ganamos cada uno, esa parte mágica que cada quien hace; los jurados lo recibieron y aquí estamos”, expresó.
Respecto a la conformación de Boca de Serpiente, ¿Cómo se logra semejante mundo de sonidos teniendo únicamente dos integrantes?
“Obviamente hay una respuesta técnica a la pregunta, la manera como se usa el bajo y los procesos detrás de ello, pero yo creo que más allá de eso el tema de percibir un sonido con una dimensión amplia y espectro grande, es la entrega que ponemos en el escenario, porque si se hubieran visto dos personas que no conectan entre ellas, seguramente la pregunta hubiera sido otra, ahora, pero al ver que nos gozamos el show, se genera la percepción de: ¿son dos o tres? y ¿dónde está la guitarra?”, destacó.
“Uno escucha que el éxito de la música a veces es por suerte y la unión de varias causalidades; en este caso nos encontramos para hacer Boca de Serpiente, pero nuestro golpe de suerte es entendernos”, continúo Santiago.
Y es que a pesar de tener apenas dos integrantes, la agrupación ofrece la sensación de la presencia de varios instrumentos en escena; gran parte de este efecto se debe al tecnicismo en el que han trabajado, y sin embargo, el protagonismo se lo otorgan a su entrega en el escenario, a la conexión que existe como grupo, a la importancia que le dan a la energía que comparten entre ellos