Por: Valeria Daza Quant.
Debido al aumento en la cantidad de vehículos circulando por las vías de Bogotá, se ha generado un fenómeno de embotellamiento constante en las horas pico, además, la falta de alternativas para llegar a los destinos está causando retrasos significativos en los tiempos de desplazamiento por las calles, lo que favorece a que ocurran accidentes o siniestros viales debido a la intolerancia por parte de los conductores como consecuencia de los contratiempos.
De igual manera, la congestión vehicular obstaculiza la eficiencia del transporte de primera necesidad, lo que a su vez deteriora la calidad de la prestación de servicios. Sin mencionar que también podría generar un gran impacto económico debido al gasto de combustible y la disminución en la productividad en vista de que cada vez es más complicado finalizar una ruta en tiempos favorables.
En el norte de Bogotá, tanto la Avenida Boyacá como la Autopista Norte, constituyen vías de flujo vehicular continuo ya que estas proporcionan los carriles que conducen hacia la salida de la ciudad desde el sur, oriente u occidente, y se conectan con vías secundarias donde se encuentran los barrios residenciales y zonas comerciales de entretenimiento, abastecimiento y trámites cotidianos.
La construcción de esta conexión vial favorecerá principalmente a más de 340.000 habitantes de la Localidad de Suba, ubicados en las UPZ Britalia y El Prado. Según la Alcaldía Mayor de Bogotá, el proyecto estará constituido por tres carriles, con una longitud de 1.53 kilómetros, un separador central, un puente sobre el Canal Córdoba, y zonas verdes con diseño paisajístico. Se espera que la obra sea finalizada y entregada en un plazo de quince meses, que, hoy en día, han transcurrido ocho meses y es notorio el avance y acogida que ha tenido el proyecto.
Este plan de mejoramiento vial representa numerosos beneficios para los habitantes, transportistas, comerciantes y transeúntes; la generación de empleo que este proyecto ahonda es una contribución al crecimiento y desarrollo de la ciudad. Así como una muestra de la intención por parte de las instituciones para avanzar en la construcción de una metrópolis competente con las necesidades actuales de movilidad.
Los ciudadanos del sector expresan satisfacción por el proyecto, muestran sentimientos de ilusión, y están a la espera de presenciar cómo este proyecto mejorará en cierta medida la calidad de sus vidas.
Gilberto Ruano, un comerciante del sector, habitante del barrio Toberín, manifiesta que: “todos los días me traslado desde mi casa hasta la 72, siempre me movilizo por la Boyacá, pero para regresar hasta mi casa siempre es un problema porque los trancones son de horas” concluye en que la finalización exitosa de este proyecto, así como a él, lo beneficiará para llegar temprano a casa y compartir con su familia, podrá beneficiar al trabajador que se regresa para su casa en sentido oriente-occidente, y al conductor que necesita hacer un trámite ligero sin demoras en la jungla de ruedas.
Actualmente la inversión de esta obra es de alrededor de $43.695 millones de pesos, incluyendo interventoría. El proyecto está a cargo del consorcio Vías por Bogotá IC.
El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), establece las siguientes recomendaciones para evitar posibles accidentes durante la construcción de la calzada; quienes circulan a pie deben respetar las señales de tránsito, cruzar por los pasos peatonales seguros y respetar la polisombra debido a que detrás hay trabajadores y maquinaria en ejercicio. Por otro lado, los ciclistas deben hacer uso de las ciclorrutas, usar ropa reflectiva, evitar el uso de audífonos, celulares o elementos distractores y atender las señales de pare, así como también respetar los semáforos. Además, los vehículos deben tener especial cuidado con el manejo de la velocidad y atender las indicaciones del equipo de auxiliares de tráfico.
Si bien esta obra parece ser una iniciativa reciente, la realidad es que desde hace más de 25 años se estuvo evaluando la posibilidad de comenzar a construir, la directora del IDU en 2019, Yaneth Mantilla, destacó los beneficios del proyecto: “Con esta calzada por fin la Av. Calle 153 queda completa, con un total de 4.8 kilómetros de longitud desde la Carrera Séptima hasta la Av. Boyacá. Esta vía opera como un corredor alterno a las calles 127, 134 y 137, permitiendo a los ciudadanos ahorrarse hasta cuarenta minutos en cada trayecto”.
Como es evidente, los ciudadanos estaban a la espera de este corredor principal desde hace más de dos décadas. Por fortuna, finalmente la obra avanza a pasos agigantados beneficiando a todos los involucrados. La Junta de Acción Comunal del Barrio Cantalejo aplaude esta intervención y se muestra ansiosa por transitar por las nuevas calles del sector. Sin duda alguna es un proyecto muy esperado que está por culminar en poco tiempo y se convertirá en un conector fundamental que mejorará la transitabilidad entre las vías secundarias y el acceso hacia diferentes partes de la capital.
Si usted desea conocer más información sobre el avance del proyecto, recibir novedades o reportar alguna situación en particular, puede dirigirse a diferentes puntos físicos en donde se le brindará información, algunos de estos son: Éxito Colina, Reserva de la Colina, Alcaldía Local de Suba, Centro Comercial Mazurén, Salón Comunal JAC Cantalejo y Salón Comunal JAC Gilmar.
Adicional a esto, se puede comunicar mediante el canal de servicio a la ciudadanía del IDU que está conformado por un canal de Whatsapp, el correo electrónico atnciudadano@idu.gov.co y mediante el canal telefónico en su línea gratuita: 01 8000 910 312. Recuerde que también puede generar un documento escrito y entregarlo en alguno de los puntos IDU.