Por: Daniel Rojas Chía
El director nacido en los Estados Unidos Wes Anderson, regresa a la pantalla grande con un reparto repleto de estrellas de la industria con su inconfundible forma de construir la imagen y consolidando una vez más, una estética que ya tiene su nombre marcado por todos lados.
Asteroid City llega con una paleta repleta de colores vibrantes donde el amarillo, al mejor estilo de Moonrise Kingdom (2012) toma un protagonismo importante en cada recuadro y como era de esperarse, con la rigidez a la norma y el desarrollo preciso de la planimetría, encuadre, iluminación, etc.
Anderson dirige otra cátedra de cómo las imágenes reales pueden construir imágenes como si sus personajes fueran sacados de una animación, con un estricto control de la profundidad de campo por medio de la cámara y sus personajes.
Esta historia que fue coescrita con el director Roman Coppola, narra cómo en 1955, el itinerario de una convención de cadetes espaciales, organizada por estudiantes y padres de familia para conseguir becas y competencias académicas, se ve espectacularmente alterada por eventos que cambiarán el mundo.
El cine de Anderson no es para todo espectador, pero eso no significa que cualquier persona no pueda acceder a él. Eso es precisamente lo que busca con sus deslumbrantes elencos en mi opinión, acercar a un público en general para que se arriesgue a la estética tan particular del director con grandes nombres en esta cinta como el de JasonSchwartzman, Scarlett Johansson, Tom Hanks, Jeffrey Wright, Tilda Swinton, BryanCranston, Edward Norton, Adrien Brody, Liev Schreiber, Hope Davis, Steve Park, Rupert Friend, Maya Hawke, Steve Carell, Matt Dillon, Hong Chau, Willem Dafoe, Margot Robbie, Tony Revolori, Jake Ryan y Jeff Goldblum.
Dentro del absurdo, Asteroid City es una joya del cine contemporáneo en su forma, pero no en su fondo. La belleza de sus imágenes y sus claras referencias a grandes pintores norteamericanos como Norman Rockwell o Edward Hopper solo embellecen la imagen a una escala mayor, pero la historia por particular que parezca, en muchas ocasiones se desconecta con la imagen y la narrativa parece impulsada solo por la calidad visual y su espectacular concepción a lo largo de la cinta.
Es indudable que cada plano es una belleza visual y un encanto a los sentidos, al mejor estilo de Wes Anderson en Asteroid City.
La atención al detalle y su belleza hacen que se divida la atención en tantos lugares que satura y aún más, con tantas estrellas que de igual manera saturan una historia que tiene personajes sin profundidad y sin un peso dramático en ninguno de ellos, trasladando una vez más el protagonismo en los más jóvenes, en este caso en las tres niñas que son espectaculares cuando la cámara está enfrente de ellas.
De todas maneras, Anderson logra con Asteroid City construir de manera sofisticada y brillante una estética que ya tiene su nombre en la historia del cine, pero en lo referido a las estructuras de los arcos narrativos, le va mejor en la animación. Esto no quiere decir que la cinta sea deficiente en su concepto, para nada. Lo que sucede es que la forma tan estilizada como se presentan los personajes parece no compaginar con la obra de teatro y los conflictos que adentro suceden, en contraste con el “exterior”, lo que hace que se pierda el ritmo y en ocasiones no conecta con el espectador.
Personalmente, como amante del cine, es un deleite ver el trabajo de Wes Anderson en sus películas, y mi favorita sigue siendo The Royal Tenenbaums (2001), pero sin duda la narrativa puede limitar su audiencia. Juzguen ustedes y disfruten de uno de los directores más importantes de su generación.