En 1984 se estrenó Karate Kid, el primer largometraje de esta franquicia, protagonizada por Ralph Macchio, Noriyuki (Pat Morita), Elisabeth Shue y William Zabka. Esta cinta causó furor en su momento, y motivó dos entregas más, Karate Kid 2 (1986), y Karate Kid 3 (1989), logrando una audiencia sólida que se mantiene con los años gracias a nuevos productos como la nueva versión de 2010 dirigida por el holandés Harald Zwart.
Luego de varios años y de no tener el resultado que se quería, la franquicia tomó un nuevo aire con Cobra Kai, una serie que silenciosamente se fue destacando alrededor del mundo gracias a sus fans que sumó mucha fuerza, con nuevas audiencias e impulsando a las viejas. La serie fue creada por Josh Heald, Jon Hurwitz y Hayden Schlossberg, y fue distribuida por Sony Pictures Television. Se estrenó en YouTube Red/YouTube Premium durante las dos primeras temporadas, antes de mudarse a Netflix a partir de la tercera.

Después de más de tres décadas de historias, personajes icónicos y narrativas acopladas a este universo, llega Karate Kid: Legends de la mano del director Jonathan Entwistle, que ha estado detrás de series como Esta mierda me supera (2020), y The End of the F***ing World (2017), que personalmente me gustó mucho, que ahora dirige esta cinta Escrita por Rob Lieber, la sexta película de la franquicia The Karate Kid, que en esta ocasión está protagonizada por Jackie Chan y Ralph Macchio, ambos repitiendo sus papeles de películas anteriores, con Ben Wang como protagonista junto a Joshua Jackson, Sadie Stanley, Ming-Na Wen, Aramis Knight y Wyatt Oleff.

En Karate Kid: Legends, una tragedia familiar marca el inicio de la historia con el prodigio del kung fu Li Fong (Ben Wang), cuya madre que consiguió un nuevo trabajo, se ve obligada a abandonar su hogar en Pekín para trasladarse a Nueva York con su madre. Li lucha por dejar atrás su pasado mientras intenta encajar con sus nuevos compañeros de clase.

Li se presenta a una competición de karate, pero sus habilidades no son suficientes. El profesor de kung fu de Li, el Sr. Han (Jackie Chan), pide ayuda al Karate Kid original, Daniel LaRusso (Ralph Macchio), y Li aprende una nueva forma de luchar, fusionando sus dos estilos en uno solo para el enfrentamiento definitivo.
Como era de esperarse, la nueva película de la saga está conectada con el universo de Cobra Kai, ampliando su alcance y aprovechando la audiencia consolidada con los años. En Karate Kid: Legends seconstruye una narrativa visual inconsistente en el arranque, sin lograr que compagine lo que está pasando en la pantalla, tanto que en ocasiones se ven demasiado forzadas las formas, pues la franquicia tiene unas narrativas marcadas entre un trauma; un cambio abrupto para el protagonista; un reto emocional; un torneo en donde tenga que ver un arte marcial, en este caso el karate; y un maestro que lo lleva por un camino de redención, la fórmula del cine asiático de artes marciales llevado a occidente, solo que más emocional y emotivo.

Karate Kid: Legends tiene varios problemas evidentes de continuidad en su edición y en su montaje, que por pasajes de la película pareciera promocionar el turismo en Nueva York, descuidando por momentos la historia de sus personajes y sus motivaciones, que si no fuera por el carisma de cada uno, la cinta podría haber caído en la repetición de la fórmula de siempre, pero la interpretación de Victor (Joshua Jackson), o el del típico arquetipo que rompe tensión como el tutor de Li (Wyatt Oleff), motivan la historia lo suficiente para impulsarla.

La presencia de un icono de la franquicia como Daniel LaRusso, en ocasiones se ve poco intencionada, mientras pareciera que la dirección no se siente más allá de las secuencias de acción o el encuentro con el Sr. Han, dejándole una vez más la narrativa a la audiencia que conoce la franquicia, cuya mayor motivación es ver lo que ha visto otra vez.

Karate Kid: Legends es una película de los fans para los fans, que cae en un fanservice constante, que aclaro, no está mal del todo, pues esta entrega se hizo para esta audiencia que quiere revivir la emotividad de los ochentas, acompañado de los más jóvenes, puesto que la cinta está hecha para reavivar la franquicia y darle vida por muchos años más, entre mensajes familiares de unión, perseverancia y disciplina, característicos de las artes marciales, que gracias al inmortal señor Miyagi, ha trascendido generaciones.

Si es fan de esta franquicia, Karate Kid: Legends logrará rememorar las emociones de sus entregas pasadas, pero si no está familiarizado con sus personajes y narrativas, puede que la perciba como dos capítulos de una plataforma. Juzguen ustedes.