Entre los conflictos conocidos alrededor del mundo, el de Medio Oriente es de los más prolongados de la historia, por cuenta de conflictos ideológicos y lineamientos religiosos que, desde muchos frentes, siempre será criticado, especialmente por la visión hacia la mujer y su posición en las sociedades islámicas.
Desde el arte, son variadas las denuncias hacia estas construcciones sociales, y el cine, claramente, es una de ellas, porque se entrelazan factores políticos en los ejercicios de poder donde los grandes actores de estos juegos son las centrales de inteligencia de varios países. Es allí donde Raqa desarrolla una elegante presentación de la mano de su director, el español Gerardo Herrero.

Raqa es una película que, desde el género del thriller y el espionaje toma temas sensibles como el maltrato a la mujer en el Estado Islámico y sus doctrinas, apalancadas en el género de espías, con una buena historia que recuerda por momentos grandes películas de temática parecida como Juego de espías (2001), Red de mentiras (2008), entre otras. Coproducida y dirigida por Gerardo Herrero, escrita por Irene Zoe Alameda y basada en la novela Vírgenes y verdugos de Tomás Bárbulo, la cinta ambientada en 2014 relata cómo dos agentes con misiones distintas se cruzan en una ciudad siria ocupada por ISIS.

La película pone sobre la mesa cuestionamientos morales sobre la cultura, las tradiciones y cómo esconden intereses particulares en donde el hombre, desde la cosmovisión islámica, muestra cómo un ser perverso, nada considerado y brutalmente beneficiado por su estatus moral, nunca deja de lado la intención del cine de espionaje, que le da el ritmo ante el encuentro de estos dos espías y las buenas actuaciones de sus protagonistas.

Dos de los actores españoles más conocidos mundialmente, Álvaro Morte, recordado por El Profesor en La Casa de Papel, serie con alta audiencia internacional, toma el papel de Haibala “El Saharaui”, espía solitario y calculador que enfrenta uno de los desafíos más peligrosos de su carrera. “Lo que más me atrajo fue la posibilidad de interpretar en árabe. Fue un reto que me obligó a reinventarse como actor”, expresó Morte en entrevista reciente.

También está Mina, El Hammani, convertida en referente juvenil tras interpretar a Nadia en Élite, cambia de registro para darle vida a Malika, enfermera reclutada por Europol que se infiltra en la ciudad sitiada de Raqa. “Este personaje lo ha perdido todo, y esa herida la convierte en una mujer capaz de enfrentarse cara a cara con el terrorismo. Me parecía importante mostrar que esta violencia no es lejana, sino que atraviesa a todo tipo de personas”, afirmó la actriz.

Raqa habla sobre como este mundo del Estado Islámico, sostiene una construcción que defiende atrocidades que patrocina y mantiene, disfrazadas y arropadas por un concepto de cultura, donde la mujer vive discriminación legal en aspectos como la herencia y el testimonio, la imposición del velo como símbolo de sumisión, la violencia de género, la poligamia y la negación de derechos fundamentales, problemas que aquí se muestran con una narrativa ágil, inteligente y llena de intriga.

Película bien concebida, con actuaciones que logran su cometido, con una estructura que funciona para dar su mensaje desde la temática de espías, con un relato fuerte, duro y realista de las perspectivas de un mundo tan lejano para muchos, pero con tantas implicaciones a su alrededor, mostrando que el cine español sigue avanzando en varios frentes. Juzguen ustedes.
                                    







