Uno de las intervenciones más esperadas fue la del presidente Donald Trump, en la cual defendió todo lo que significa la idea de los Estados Unidos frente a las realidades del mundo.
Argumentó que “el futuro es de las naciones independientes, soberanas, que protegen a sus ciudadanos, respetan a sus vecinos, y rinde tributo a las diferencias que hace que cada país sea especial y único. Por eso en los Estados Unidos hemos emprendido un programa de renovación nacionaol muy interesante y todo lo que hacemos es centrándonos en los sueños y aspiraciones de nuestros ciudadanos gracias a las políticas económicas para el crecimiento”.
Sobre la guerra comercial con China, dijo que quiere un acuerdo justo y equilibrado con ese país, al mismo tiempo que lo acusó de prácticas ilegales como manipulación de la moneda, robo de propiedad intelectual, secretos comerciales.Además dijo que ese país debe demostrar su espíritu y carácter en la forma en la que trata las manifestaciones en Hong Kong.
Sobre el caso de Venezuela, dijo que en este hemisferio uno de los problemas más grandes es la crisis en el país caribeño y la opresión en ese país, en Cuba y Nicaragua. Calificó a Nicolás Maduro como “una marioneta de Cuba, protegida por escoltas cubanos”.
Denunció ejecuciones extrajudiciales y detenciones ilegales en ese país y recordó que hay una coalición de 55 países que reconocen a la oposición como gobierno legítimo. Aseguró que sigue muy de cerca la situación y que espera que pueda haber una transición democrática, así como el regreso de la libertad.
Sobre la crisis del medio oriente, manifestó que Irán, es un régimen autoritario y opresor que fomenta guerras en Siria y Yemen y constituye una amenaza, por lo que deben detener su camino a las armas nucleares. Amenazó a ese país con más sanciones si persiste en su conducta.