Por: David Macías Fuyo – Wendy Ruiz Villalba
Aproximadamente en el siglo XIX se comienza a presentar la regionalización en Colombia, dándole vía a la estructuración del regionalismo, es decir, debido a las delimitaciones geográficas establecidas dentro del territorio, se distribuyeron de ciertas maneras las costumbres y tradiciones de cada una de las regiones del país.
Desde el punto de vista geográfico es plausible afirmar que el concepto de región ha tenido una evolución con el paso del tiempo y ha adquirido una importancia inusual en la geografía mundial. Según este concepto, la región es considerada como un espacio físico que está definido por tener características homogéneas que diferencian dicho espacio de otros. Cuantas veces sea necesario hay que enfatizar en que, si bien es cierto que en la capital se concentran los poderes públicos y privados, por más que así sea no deja de ser otra provincia, otra región, la central, en medio, no por encima, de todo un país de regiones que integran la nación.
Así entonces podríamos decir que la regionalización es un proceso de clasificación que se realiza de acuerdo a una metodología. Dejando en claro que no existe una única forma de regionalización, ya que esta varía en función de los objetivos que se fijen, de los criterios que se adopten para realizar la misma y del sistema elegido para la organización del territorio, puede ser dividida en regiones naturales, culturales, económicas, entre otros.
Tratándose de la regionalización cultural esta categoría se encuentra relacionada en sentido estricto con la demarcación territorial a la que pertenece una comunidad, en tanto la diversidad cultural se construye en relación a una comunidad con un espacio determinado. De este modo, Colombia es un país que está lleno de una variada población, debido a su accidentada geografía permitiendo así que por medio de este exista un equilibrio regional. Es decir, que era necesario generar una distribución uniforme en el territorio para darle rigor a las costumbres e idiosincrasia de cada una de las regiones, dejando así definidas las seis regiones que conforman actualmente al país.
Caracterizadas por sus distintas costumbres, grupos poblacionales y condiciones geográficas, cada una de las regiones evoca los diferentes colores que enriquecen nuestro país. En la parte superior del mapa encontramos la región caribe reconocida por su clima tropical seco y por la alegría de sus habitantes; por sus montañas y diversidad de fauna y flora es reconocida la región andina, la cual a su vez cuenta con un clima templado variable que origina diferentes paisajes; al extremo oeste se encuentra ubicada la región pacífica reconocida por ser el hogar de la mayoría de la población afrodescendiente del país, como también de pueblos indígenas, con un clima de fuerte humedad en este hábitat abundan especies marinas.
Del otro lado del país encontramos la región de la Orinoquía reconocida por su gran llanura y la predominante actividad económica es la ganadería; al sur de Colombia encontramos la región de la Amazonía reconocida por ser un gran porcentaje de la selva amazónica y por sus abundantes lluvias; Finalmente encontramos la región insular conformada únicamente por el archipiélago de San Andrés, Santa Catalina y Providencia, resaltando la gran afluencia de turistas en el territorio.
Teniendo en cuenta las variables mencionadas anteriormente se evidencia que hay una tendencia a la creación de estereotipos por falta de conocimiento, acercamiento o contacto directo con la diversidad cultural de las regiones a las que no pertenece, es por esto que se tiende a estigmatizar las acciones o el proceder de algunos individuos.
Estas afirmaciones se fundamentan entre otras en los resultados obtenidos mediante una encuesta realizada a un grupo poblacional en el rango de edad de 18 a 44 años, donde los porcentajes finales evidencian que incluso en los grupos etarios de juventud a la adultez temprana aún se percibe un marcado desconocimiento por las diferentes culturas que convergen en nuestro país, en particular genera desconcierto las respuestas dadas por los encuestados al interrogante: “¿Qué concepto tienes sobre el “costeño”?” quiénes indicaron que los habitantes de la costa son : “Alegres y amables”, “Perezosos”, “Parranderos”, “Les gusta la fiesta” de lo cual se puede concluir que a partir de algunas experiencias o proporción de información mediática se tiende a incurrir en falacias de generalización precipitada caracterizando a una región completa por casos que llegan a estar aislado al actuar de la mayoría de sus habitantes.
Del mismo modo, una de las conclusiones a las que se arriba, es que las personas encuestadas se han sentido de una u otra manera estigmatizados por pertenecer a la región de la cuál son originarios, un claro ejemplo es Ana Torres joven 25 años, de la ciudad de Riohacha, La Guajira. A la cuál le hemos realizado la pregunta: ¿En algún momento has sentido discriminación por ser parte de la región caribe? Quién indica:
“Si, es muy común y pues me remito a un caso reciente cuando aproximadamente en el mes de junio estaba en búsqueda de apartamento para arrendar, para vivir acá en la ciudad…una amiga estaba en el proceso de búsqueda conmigo, me estaba ayudando y ella pues sí es de acá (Bogotá).
Así que ella hizo el contacto con una pareja que estaba arrendando el apartamento y pues ella cuadró el tema de la cita…cuando fuimos a ver el apartamento de acuerdo a la cita que se había establecido, las personas estaban muy amables, pero cuando ellos escucharon la forma en la que yo hablaba se dieron cuenta que yo era la que estaba interesada en el apartamento; cayendo en cuenta de ese dato en específico (que es de la costa caribe) inmediatamente su actitud cambió, ya no querían dar información acerca del apartamento… hicieron como: ¿usted es costeña?, les estaba haciendo preguntas acerca del apartamento, pero ya no me daban mayor información, se cerraron totalmente, su actitud cambió totalmente y no me brindaron mayor información. Entonces no quisieron concretar ningún tipo de relación a pesar de que fuimos un poquito insistentes con el tema”.
Es aquí donde se evidencia que, aunque actualmente se busca generar más integración y compresión entre las regiones, se continúen presentando situaciones que generan incomodidad por los estigmas sociales que aún existen, por lo que quisimos saber si Ana ha notado algún cambio en el tiempo que lleva viviendo en Bogotá, a lo que ella da respuesta:
“Ya llevo varios años aproximadamente desde 2018 viviendo en Bogotá, me voy y regreso constantemente, y pues durante estos años he sentido que las personas que llevan mayor tiempo compartiendo conmigo, obviamente ya normaliza un poco la forma de ser de nosotros o comienzan a entender que no todas las personas son Iguales, desordenadas o que no en general estamos pensando todo el tiempo en fiestas. Pero eso es un proceso del día a día porque no es como que todo el mundo se lleva con todo el mundo o te conozca desde el tiempo que llevas aquí, sino que todos los días estás conociendo gente nueva y toca iniciar nuevamente ese proceso con algunos que tienen como esa predisposición por situaciones personales que es totalmente entendible cuando han tenido experiencias que no son agradables”.
Teniendo en cuenta las apreciaciones que Ana nos ha brindado y los procesos culturales a los que se somete una persona al trasladarse de ciudad es necesario cuestionarnos si, ¿las regiones deberían estar unidas?
“Yo creo y estoy completamente segura de que la diversidad en Colombia es lo que nos hace ver más diversos. La diversidad cultural nos permite generar diferentes universos con respecto al resto del mundo. Sin embargo, nos hace falta poder encontrar dentro de esas diferencias qué es aquello que nos une, porque finalmente eso es lo que va hacer que nosotros podamos respetar o aprender a convivir con la forma de hablar con la forma de comportarse de las personas de otras regiones del país.
En todo caso creo que ese es un proceso que no se da de la noche a la mañana, sino que de alguna manera tiene que ver con el acompañamiento por parte de las autoridades competentes de cada una de las regiones donde se puedan posibilitar espacios de convivencia y de reconocimiento de las culturas que habitan dentro de nuestro país para poder entenderla y de la misma manera respetarlas”.
Con base en los resultados obtenidos y la experiencia manifestada, consultamos con una profesional en ciencias sociales quien nos cuenta sobre el regionalismo desde la vista del trabajo social.
“En el sector de trabajo social se trata de manera diferente teniendo en cuenta la situación, porque si hablamos de regionalismo no se puede tratar a un costeño de la misma manera que se trata a un cachaco o a un paisa porque sus crianzas, cultura y costumbres son totalmente diferentes, y eso influye en la manera cómo ellos han llevado su vida totalmente. Puede que dos personas estén padeciendo la misma situación o el mismo problema, pero yo a los dos no los puedo tratar de la misma manera, tengo que buscar métodos y técnicas diferentes dependiendo su manera de ser. Toca estudiar muy bien la situación además de tener en cuenta los antecedentes”.
Por otra parte, es necesario comprender los antecedentes que tiene cada una de las regiones frente a sus costumbres y cultura, buscando las razones por las que existen los estereotipos en la actualidad. A lo que la profesional indica:
“Los estereotipos en el día de hoy todavía existen porque es muy difícil arrancarlos de nuestra sociedad y de la mente del ser humano, debido que nosotros mismos creamos estos símbolos para poder identificar o caracterizar un grupo de personas en este caso, este primer regionalismo. Por ejemplo, que los paisas son trabajadores, los costeños escandalosos o flojos, los cachacos amargados, todo ese tipo de dichos o estereotipos el ser humano los creó para poder identificarlos; muchas veces se dice de manera jocosa, pero en realidad es así, si se generaliza es porque no se puede sacrificar a una sola persona”.
Ahora bien, es necesario de que alguna u otra manera esto presente un cambio, es decir, buscar la manera en la que se puedan enfrentar todos los estereotipos que se han generado con el pasar del tiempo en las regiones, a lo que nuestra profesional indica que desde el campo del trabajo social se puede abordar de la siguiente manera:
“Sabemos que vivimos en una sociedad que está en constante cambio, nosotros también estamos en constante cambios positivos y algunas veces cambios negativos. En la sociedad para poder unificar las regiones del país hay que buscar ese punto de convergencia para poder publicarlo y buscar cuál es el tema en qué nos une a todos porque hay un punto, hay un tema en que vamos a estar todos alineados, todas las regiones vamos a estar unificadas, vamos a estar…en constante movimiento ya que hay diferentes cosas que por ejemplo, las fiestas de navidad, diciembre esos momentos que se celebra de manera general y tienen las mismas costumbres, la diferencia podría ser de las comidas que se hacen en cada región, pero es lo mismo que hace que todas las regiones lleguen a tener los mismos objetivos. En ese momento hay que buscar cuál es el término específico para que todas las regiones puedan cambiar de una manera positiva. Cuando llegamos a este punto todas las regiones estamos alineadas, encajamos y va a ser un tema que todas las regiones van a tener el interés”.
Teniendo en cuenta lo expuesto, se logra evidenciar que hay diversas maneras de abordar el regionalismo que hay actualmente en la población colombiana, esto relacionando los contextos sociales por los que está atravesando el país, es decir, a pesar de que puede existir el regionalismo no siempre será de manera discriminatoria sino, una forma de identificar los arraigos culturales que tiene cada región de Colombia.