Por: Andrés Camargo y Lorena Bustos
¿Reflejan realmente los puntajes de las pruebas Saber 11 la capacidad de los estudiantes para pensar críticamente? Una investigación realizada con estudiantes de la Institución Educativa Rural Valentina Figueroa Rueda, revela que la comprensión de un texto va más allá de un resultado cuantitativo.

El estudio, realizado en la vereda Pavón, municipio de Urrao (Antioquia), propone una forma de evaluar que valore la subjetividad y los procesos formativos individuales de los estudiantes, para entender cómo abordan y reinterpretan el mundo que los rodea.
El estudio cuestiona la eficacia de las pruebas estandarizadas para medir habilidades complejas como la comprensión lectora y el pensamiento crítico. Este último se manifiesta en la interacción con el entorno; no sólo en un examen formal. La investigación propone una mirada integral que considere el contexto, las emociones y las realidades culturales de los estudiantes.
La brecha educativa en las zonas rurales, al igual que los estereotipos asociados a ella, se mantienen a pesar del paso del tiempo. Como afirma Joan Manuel Madrid, investigador principal de este estudio, “Los docentes menos calificados, entre comillas, o por algún tipo de castigo, se enviaban al sector rural.”
De acuerdo con datos de la Universidad Javeriana, más de dos millones de estudiantes se matricularon en instituciones rurales en 2022. Esto equivale a tres veces el total de alumnos de los colegios públicos en Bogotá. La mayoría de los estudiantes en zonas rurales asisten a preescolar y básica primaria; muy pocos a bachillerato.

Más allá del examen: El pensamiento crítico en acción
El estudio se centró en 86 estudiantes de grado séptimo a once, a quienes se les aplicaron pruebas diagnósticas de compresión de lectura y tipo de pensamiento. La información se complementó con guiones de observación conductual.
Los resultados de estas acciones fueron comparados con aquellos obtenidos en las pruebas Saber 11 desde el año 2017 al 2023.
La comprensión lectora es una habilidad clave en el desarrollo cognitivo, y es la base de otros aprendizajes. Sin embargo, de acuerdo la investigación, su evaluación se reduce a un único tipo de texto, o a condiciones de prueba específicas. Éstas no reflejen con precisión el verdadero nivel de comprensión del estudiante.
Factores como el estado emocional, la atención, la motivación, el contexto familiar o la hora del día también influyen significativamente en la interpretación de los textos. Especialmente, en estudiantes con trayectorias escolares marcadas por debilidades en etapas clave del proceso lector (como las fases logográfica, alfabética y ortográfica).
“¿Cuál es el error que hemos cometido? Creer que todos son iguales, que lo que estamos transmitiendo, dictando la cátedra de la misma forma, sin entender esas dinámicas que permean precisamente el acto educativo”, concluye Madrid.
En actividades como foros de discusión y salidas de campo, los estudiantes demostraron habilidades cognitivas complejas al formular preguntas, construir hipótesis y elaborar conclusiones. Esto incluso sin un dominio técnico del discurso académico.
Este hecho refuerza la idea de que el pensamiento crítico no necesariamente se expresa bajo los estándares establecidos en los exámenes formales. Éste también se manifiesta en la manera en que cada individuo interactúa con su entorno y resignifica su experiencia.
Los resultados de la investigación cuestionan la efectividad y certeza de exámenes estandarizados, aplicados a nivel general en la población estudiantil, sin tomar en cuenta la variedad de condiciones entre la población rural y urbana, o sus situaciones personales en ese mismo aspecto.
Para más información de Rizoma:
https://www.uniminutoradio.com.co/rizoma/









