Un hecho que ya toca la salubridad pública, se viene presentando hace tres meses en el barrio Belén, más exactamente en la carrera 10 entre calles tercera y cuarta, a solo media cuadra de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y a escasos metros de las nuevas instalaciones del Colegio Diego Fallón; los olores fétidos y el flujo de aguas servidas en medio de la calle, tienen desesperados a los habitantes del sector.
Este problema tiene sus orígenes hace ya más de dos años, cuando la comunidad de este tradicional sector de la capital tolimense, hizo un derecho de petición ante la empresa ibaguereña de acueducto y alcantarillado IBAL, por el hundimiento de la malla vial, caso que en su momento no fue atendido y que se agudizó en 2022.
Obligando de nuevo a los vecinos a instaurar otro derecho de petición en el mes de julio, siendo respondido con promesa de visita técnica, algo que nunca se realizó y que obligó a instaurar una acción de tutela, para que sus reclamos fueran escuchados, pero que según la propia comunidad fue el peor error que pudieron cometer, porque la empresa en vez de dar una solución, aumentó sus problemáticas, ya que en el mes de septiembre del presente año, fecha en la cual se hicieron por fin los trabajos de reparación, la vivienda ubicada justo al frente del sitio intervenido comenzó a inundarse cada vez que llueve.
“Luis Gilberto Leyton Yara, es el propietario del inmueble que sufre esta afectación, según sus propias palabras, cuando comenzaron a hacerse estas reparaciones, advirtió a los obreros del IBAL, sobre el tubo madre que iban a conectar, ya que lo vio muy reducido para el contacto entre la tubería antigua con la nueva y que quedó justo frente a su casa, algo que días más tarde provocó una inundación con lodos fecales, dentro de su residencia y un local comercial que funcionaba allí”, Precisó Mauricio Arcila habitante del sector.
Este hecho ha provocado que don Luis tenga que colocar un tubo alterno para liberar la presión del alcantarillado, evacuando las aguas residuales hacia la calle y también colocando un anuncio fuera de su casa, agradeciendo la comprensión de sus vecinos, quienes entienden su problemática, pero que exigen a los entes reguladores y encargados, la pronta solución de esta invivible e insalubre situación.