Por: Shirly Vanesa Maldonado Medina
El triángulo de la perdición
“Marilyn, te casarás con John, eso es genial. Y te mudarás a la Casa Blanca y asumirás todas las responsabilidades de una primera dama. Yo me iré de aquí y tú te quedarás con todos los problemas”, fueron las palabras de Jackie Kennedy que se conocieron en el libro The House of Kennedy, donde conocimos la verdad sobre este triángulo amoroso.
El amorío de John Kennedy, presidente de los Estados Unidos, y Marilyn Monroe, se conoció en aquel cumpleaños del presidente, cuando la actriz de manera sensual entonó el feliz cumpleaños, que saltó las alarmas de periodistas que ya sospechaban de este amorío, que llegó a la casa Kennedy, en especial la primera dama que ya lo sospechaba. Memorable fue aquella conversación entre la primera dama y Monroe, en la cual la actriz amenazaba con divulgar el romance, que se encontraron con las contundentes palabras de la esposa del mandatario.
Para entender esta crónica de amor, odio y traición, tenemos que remontarnos a la vez cuando Kennedy y Marilyn se conocieron.
Existen diferentes teorías, pero la más fuerte es aquella que señala que Peter Lawford, cuñado de Kennedy los presentó. Lawford fue un actor no muy conocido en el ámbito del entretenimiento, a su vez esposo de Patricia Kennedy. Cuentan que Lawford era miembro de Rat Pack, un grupo de actores y músicos estadunidenses, y en ese entorno fue como conoció a Marilyn.
Lawford y Marilyn comenzaron una fuerte amistad, tanto que Marilyn también se volvió amiga de Patricia, y en una ocasión fue invitada por la pareja a una fiesta que se organizaría en su casa.
En esta fiesta conoció a los hermanos Kennedy que quedaron deslumbrados con su belleza, momento desde el que comenzó lo que en principio era una amistad, que luego se transformó en un amorío.
Días después de la fiesta, Marilyn recibió la llamada de John Kennedy para invitarla a un viaje. Horas después John la llamó para cancelar la salida con el argumento que debía cuidar su imagen, pues estaba en plena campaña presidencial, pero le sugirió que saliera con su hermano Bobby: ahí comenzó el romance con los Kennedy.
En una fiesta en la que Marilyn se encontraba acompañada de Bobby, la mujer se pasó de copas y terminó ebria por completo. Al verla en este estado, Bobby decidió llevarla hasta su casa. Según los relatos, aunque esa noche no pasó nada, desde entonces nació una obsesión de Bobby por Marilyn.
El deseo no se hizo esperar, y con el tiempo empezaron una serie de encuentros sexuales, que para Marilyn eran el límite, pues ella tenía sus ojos fijos en John y soñaba con convertirse en la primera dama.
Y su sueño no se hizo esperar. Empezó a salir con John, mientras que para él era la oportunidad de estar con una mujer hermosa, encantadora, seductora y deseada por millones. John era el más feliz con este amorío, pues podía tener a la mujer que amaba, su esposa, y a la mujer que deseaba, Marilyn Monroe.
Este amorío poco a poco tomó fuerza, pues no perdían la oportunidad para verse. Aunque Marilyn era feliz por estar con John, sabía que él nunca consideraría hacerla su esposa, porque jamás la vería con otra intención que no fuera sexual.
Ella tampoco era capaz de interferir en la familia presidencial, y aunque Marilyn soñaba con tener hijos, sabía en qué lugar estaba y cuál era el papel que le correspondía.
Sus encuentros con el presidente eran cada vez más frecuentes e intensos, tanto que Jackie como Bobby no tardaron en enterarse. Entre tanto, la prensa no perdió la oportunidad de tener en primera plana los detalles de este romance, ya no tan secreto.
Marilyn cada vez estaba más enamorada de John, que la trataba como a una Reina, y que la hacía sentirse la mujer más hermosa del mundo. Marilyn tenía carencias afectivas por la falta de amor durante su infancia, y John estaba llenando ese vacío, en tanto que ella estaba rendida a sus pies. Con sus amigos se refería al presidente como el general.
Pero el sueño en el que Marilyn vivía pronto se convertiría en un infierno: John nunca la amó como ella a él, que no tuvo problema en pasársela a su hermano Bobby, que seguía obsesionado con ella.
A lo largo de los romances que Marilyn tuvo con los Kennedy, se enteró de muchos de sus secretos y del gobierno. Al principio no pensaba hacer nada con esta información, pues su devoción por John se lo impedía, pero al enterarse que el general, su gran amor, la iba a compartir con su hermano, ella, furiosa, quiso tomar venganza, y por ello terminaron teniendo una fuerte discusión. Marilyn con gritos le dejo:
¡Me han pasado del uno al otro! ¡Fui utilizada! ¡Me siento un pedazo de carne!
Según Eunice Murray, ama de llaves de Marilyn, la actriz se encontraba decaída, deprimida, y que sufría de insomnio y ansiedad desde lo ocurrido con los Kennedy.
Finalmente, el 4 de agosto de 1962 Norma, Jeane Mortenson, mejor conocida como Marilyn Monroe, fue encontrada muerta en su habitación. Según el dictamen forense Marilyn se habría suicidado con una sobredosis de Nembutal, su medicamento para el insomnio.
Pero los amigos más cercanos de Marilyn no creían en esta versión porque les parecía imposible que la mujer tomara esta decisión, además de las muchas incongruencias que juzgaban había en el caso. Según muchos de sus conocidos, Marilyn no se pudo suicidar porque tenía grandes planes.
El plan que Marilyn tenía era exponer los secretos que conocía de los Kennedy, y para tal fin, días antes de su deceso había convocado una rueda de prensa, información que llegó a manos de los Kennedy, y de allí una entre las tantas teorías según la cual, ellos fueron los responsables de la muerte de Marilyn para evitar que manchara su buena imagen.
Finalmente, el caso de Marilyn Monroe fue dictaminado como un suicidio, pero como dijo la actriz: Las verdades rara vez circulan, las mentiras suelen hacerlo.
