Ibagué, 3 diciembre de 2025 – La cuenca del río Combeima, que históricamente ha abastecido a la mayor parte de Ibagué, enfrenta un deterioro progresivo debido a prácticas humanas que están poniendo en riesgo su estabilidad.
Así lo manifestó el gerente del IBAL, Roberto Santofimio Varón, quien expresó su preocupación frente al incremento de construcciones, vertimientos y falta de cultura ciudadana en las zonas altas.
“El crecimiento de la población urbana y la incorporación de sectores rurales al sistema de acueducto hacen que la demanda sea cada vez mayor. Por eso, proteger las cuencas es fundamental”, señaló Santofimio durante su participación en el conversatorio El Agua Nos Une Como Territorio.

El Gerente explicó además que hoy Ibagué depende de cuatro fuentes abastecedoras por los ríos Combeima y Cocora, y las quebradas Cay y Chembe, pero que el Combeima sigue siendo la columna vertebral del sistema. No obstante, su condición se está viendo comprometida.
“El mal manejo de los suelos, los vertimientos directos a la cuenca y las intervenciones inadecuadas del territorio generan arrastre de sólidos, avalanchas y deslizamientos que obligan al cierre de bocatomas. Es un problema que tiene un origen humano evidente”, afirmó Santofimio Varón.
Pese a los retos, el Gerente reiteró que el IBAL garantiza agua de calidad y apta para el consumo humano, gracias a la operación permanente y al fortalecimiento de los procesos de captación y potabilización.
La entidad hizo un llamado a la comunidad a adoptar buenas prácticas ambientales, respetar las zonas de reserva, evitar botar basuras o residuos en áreas cercanas a las fuentes hídricas y denunciar actividades irregulares que comprometan la seguridad hídrica de la Capital Musical.









