
Por Alejandro López Arias
“No tengo dudas de que Instagram ayudó a matar a mi hija” declaró Ian Russell, padre de familia del Reino Unido acerca de cómo las presiones en las redes sociales y la visualización de contenido violento y sensible ayudaron a que su hija Molly, de solo 14 años, acabara con su vida. Frente a lo anterior la red social, líder en la actualidad, decide poner un alto a la publicación de dichas imágenes.
Adam Mosseri, Director de la compañía a nivel mundial, afirmó que el suicidio de la pequeña Molly motivó a Instagram a analizar las políticas de privacidad respecto a las publicaciones de autolesiones, pese a que ya prohíbe el contenido que explícitamente promueva el suicidio y este tipo de daño propio.
La forma, según Mosseri, en que se le hará un pare a este tipo de situaciones es con la generación de un software a manera de filtro que detecte las imágenes que infrinjan con las políticas de la compañía, además con la contratación de personal capacitado que monitoree las publicaciones de la plataforma.