Por: Julián Herrera
En el teatro Jorge Eliecer Gaitán de Bogotá, tuvo lugar la inauguración de Bogoshorts, uno de los festivales de cortos más importantes en el mundo, evento calificador a los premios Óscar y los Goya.
El nivel de la competencia que se vivirá en Bogotá no es menor. Bogoshorts es uno de los pocos festivales en la región calificador oficial a los Premios Óscar de la Academia de Hollywood y a los Premios Goya de la Academia Española, que muestra la calidad de los proyectos que allí se exhiben.
Al cierre de esta edición, se entregará la estatuilla oficial, La Santa Lucía, en las secciones competitivas entre las que se encuentran Competencia Nacional e Internacional, Competencia F-3- Fanático Freak Fantástico, y Competencia Conexión
Con la edición 23 de Bogoshorts llega una nueva temática: El Espíritu, su eje central, una invitación explícita a la reflexión profunda y la conexión colectiva, eje que fue el hilo conductor de la noche inaugural, articulado por Santiago Rivas: “Estamos iniciando apenas la primera de 8 noches durante las cuales vamos a realizar el acto espiritual de reunirnos, divertirnos y conectarnos con lo más lindo, con lo más alto, con lo más luminoso y con lo más bajo”, Afirmó Rivas.
Este acto de conexión abarca una magnitud global, pues la edición 23 exhibirá más de 300 cortometrajes provenientes de aproximadamente 50 países, cifras que consolidan al festival como una vitrina imprescindible del cine breve y una plataforma de diálogo internacional.
El tono de agitación cultural que marcó la Cumbia Punk por parte de La Malafarra, banda invitada en la apertura no es casual; refleja la intención del festival de usar el cine corto como una herramienta de cuestionamiento constante y de acción real.
Esta filosofía fue reiterada por el director y fundador de Bogoshorts, Jaime Manrique, que en su intervención en la gala subrayó el rol esencial del formato breve como producto final y como proyecto: “No se trata simplemente de venir a ver, se trata de venir a apoyar proyectos y hacer que se vuelvan realidad”, afirmó Manrique, poniendo el foco en la necesidad de fortalecer el ecosistema de producción.
De esta premisa se desprende la invitación central de esta edición: que el público colombiano crea mucho más en su propio cine. Esta visión se materializa en los espacios de industria del festival, como el BFM – BOGOSHORTS Film Market, motor de crecimiento, donde la nueva ola de creadores nacionales encuentran apoyo para desarrollar sus obras.
Durante ocho noches el festival ofrecerá una experiencia que va de la exploración profunda a la diversión, bajo el lema de esta edición: Perderse para encontrarse. La programación abarca una amplia selección de competencias nacionales e internacionales en formatos cortos en cinco categorías oficiales.
Esta semana culminará con el tradicional evento de culto, la Noche Frankenstein en La Media Torta en homenaje a los 40 años de volver al futuro. El sábado 6 de diciembre será el cierre festivo que fusiona cine de terror y música en vivo con 1280 Almas, banda invitada.
La agenda del festival es una invitación a apoyar la producción nacional, una fiesta cultural imperdible, que reafirma que el cine corto en Bogotá está más vivo y con más espíritu que nunca.
