El evento reunirá a grandes exponentes del género, entre ellos Luis Alberto Posada, Hebert Vargas, El Charrito Negro, El Andariego y Andrés Franco, quienes se encargarán de encender una noche que, según las experiencias de ediciones anteriores, se caracteriza por su energía vibrante, el coro multitudinario del público y una conexión emocional que atraviesa generaciones.
Las reseñas de anteriores presentaciones de “Sírvalo Pues” coinciden en algo: son noches inolvidables donde la música se vive de cerca, con un público que canta, baila y celebra cada canción como si fuera propia. Esta edición en Bogotá promete superar expectativas por el calibre de los artistas convocados y el ambiente festivo que caracteriza al formato y ahora se pretenderá llevar a cabo en el monumental Movistar Arena de Bogotá.

Entrevistas exclusivas con los protagonistas:
En la antesala del concierto, tuvimos la oportunidad de conversar con Hebert Vargas, El Andariego, Andrés Franco y Luis Alfonso, quienes compartieron su emoción por regresar a la capital y ser parte de un show que ya es tradición entre los amantes de la música popular.
Más allá del concierto, los intérpretes reflexionaron sobre la responsabilidad social y formativa que tiene la música. Coincidieron en que sus canciones hablan de experiencias reales ;amor, familia, lucha y territorio, que conectan con la vida cotidiana de las nuevas generaciones, convirtiéndose en una herramienta que educa en valores y raíces culturales.
Durannte la rueda de prensa, los artistas señalaron que el legado no solo está en los éxitos musicales, sino en inspirar a niños y jóvenes a creer en sus talentos, a respetar sus orígenes y a mantener viva la identidad colombiana. Para ellos, la música popular sigue siendo escuela de vida: enseña a sentir, a enfrentar las dificultades y a valorar la familia como núcleo esencial.
“Si un niño comprende nuestras historias, ya dejamos huella”, destacaron, reafirmando que la cultura es también un acto pedagógico que se transmite de escenario en escenario y de generación en generación.
El sueño principal de los entrevistados es ver el futuro lleno de “exponentes, talentosos, berracos, gente inteligente” que inventen constantemente “nuevas fórmulas, se invente nuevos sonidos, nuevas nuevas letras”, manteniendo siempre el sello popular, regional colombiano, sello criollo, montañero. El consejo más impactante para los jóvenes es: “haga música que eso alegra, alarma y conforta”, enfatizando que el estilo musical que elijan será validado y definido por la gente, pues “el estilo musical que quiera elegir se lo da al pueblo”. Los artistas instan a los jóvenes a buscar siempre “algo original” y ser auténticos, al punto de decirles a quienes desean imitarlos: “No, yo ya seré su sombra”. Finalmente, señalan que el camino requiere “amor y disciplina”, ya que la música debe ser vista como “una empresa que hay que formar” para poder salir adelante.








