La Navidad nos recuerda que la luz de Dios irrumpió en la historia para disipar toda oscuridad. Jesús nació para mostrarnos un camino nuevo, donde la esperanza no depende de las circunstancias, sino de la certeza de que Dios camina con nosotros. En cada corazón dispuesto, esa luz vuelve a encenderse.
En tiempos de incertidumbre, el mensaje del nacimiento de Cristo nos invita a vivir con la confianza de que Dios sigue actuando en lo profundo de nuestra vida. Su presencia ilumina nuestras decisiones, fortalece nuestra fe y sostiene nuestras luchas. Allí donde permitimos que Él entre, nace una nueva posibilidad.
Que esta Navidad nos encuentre abiertos a esa luz que transforma, inspira y renueva. Que la bondad y la fe que menciona el padre Diego Jaramillo se conviertan en acciones concretas que lleven esperanza a nuestro entorno. La Navidad no es solo una fecha, es una oportunidad para dejar que Dios brille en nosotros y a través de nosotros.








